Raimundo FITERO
DE REOJO

Mundo rural

Dicen los divulgadores de nociones médicas confusas y nunca bien avaladas por estudios solventes y mantenidos en el tiempo que existen seres humanos que sufren en verano lo que se denomina trastorno estacional. Y no tiene que ver con las aglomeraciones en las estaciones de autobuses, trenes o aeropuertos, sino que, por razones que no se explican de manera comprensible para un lego, se entristecen en verano. Yo he conocido a varias personas así. Incluso podría hablar en primera persona si no fuera porque en cuanto huelo un tomate de temporada se me ponen las orejas tiesas y ya no me hace falta ni la lectura del filósofo coreano Byung-Chul Han para aliñar silbando esas frutas majestuosas.

Entre trastornos estacionales, emocionales e ideológicos andan mis recursos genéticos de empatía. Aquí, en este txoko, desde siempre se mantiene la máxima shakespeariana de que la Policía es la Policía. Por lo tanto, cuando a algunos se le hinchaba el pecho defendiendo a actuaciones policiales desmesuradas de la Ertzaintza, aquí seguíamos diciendo que la Policía es la Policía. Xabier Lapitz se ha caído del guindo. Y nos ponemos de su lado. Sin esperar ni la más mínima reciprocidad como nunca jamás sucedió.

Así que las mentiras de la señora Guardiola se sustancian en que Vox va a sembrar el mundo rural extremeño de nociones reaccionarias, salmos y jaculatorias a caballo como los señoritos latifundistas de siempre. ¿Queda alguna duda de que Feijóo es un siervo de lo más profundo de la reacción carpetovetónica? Lo sabe hasta Borja Mari. Y me parece que le gusta mucho.