Jonathan Castroviejo llega al Tour tras una buena temporada que le ha animado a renovar su contrato hasta 2025, que en principio es el año en el que piensa poner fin a su carrera profesional. Ha dado un nivel tan alto que le ha tocado disputar las generales de pruebas del World Tour para dar a su equipo los máximos puntos antes de lograr su sexto título estatal contrarreloj.

Acostumbrado a trabajar para los demás, asume que el Ineos actual no puede correr como antes y que el objetivo es ganar etapas después de quedarse el getxotarra cerca de lograrlo el año pasado en Châtel les Portes du Soleil, donde Bob Jungels le impidió lograr su primera victoria en línea. Sus once como profesional han sido en cronos.

¿Qué se siente al comenzar un Tour en Euskal Herria?

Es muy especial empezar aquí, en casa, algo soñado como ciclista. El Tour lo empiezas normalmente en Francia y no te puedes ni imaginar comenzar aquí, en Bilbao, y ser partícipe de ello y poder vivirlo. Estoy muy contento.

¿Qué se puede decir de lo vivido en la primera etapa en las carreteras que más conoce?

Chapeau a todo el mundo y a toda esta gente que ha salido a la carretera a animar el Tour y el ciclismo. Era una etapa muy bonita y esperaba ver un buen espectáculo al final con la subida a Pike Bidea, pero fue impresionante, ni me podía imaginar que iban a estar así las carreteras. Hay que dar las gracias a todo el público que ha estado esperándonos pasar y apoyando el ciclismo y el Tour, en Pike Bidea y en todos los sitios. El paso por Getxo y por todos los pueblos fue impecable. Muy especial para mí.

¿Esperaba una selección tan grande en Pike Bidea?

Era una etapa muy nerviosa, con mucha tensión, con un final lo suficientemente exigente para que alguien de la general se animara. Fue una etapa muy dura, con calor y humedad, sobre todo. Mucha gente sufrió calambres, que no es normal en el primer día. Creo que fue por un clima atípico. La gente viene de altura, que son ambientes secos, y se ha encontrado el primer día un clima diferente y por eso creo que ha habido alguna diferencia y gente que ha fallado.

¿Con qué objetivo sale Ineos?

No tenemos un líder único para disputar el Tour porque ahora mismo eso es difícil, pero presentamos algunos corredores que van a intentar mantenerse lo más cerca en la general, por lo menos la primera semana, y el objetivo principal del equipo van a ser las victorias de etapa también.

¿Sueña con ganar una etapa en el Tour, que sería además la primera victoria en línea?

Sí, claro. La pasada edición me quedé cerca con el segundo puesto, ¿por qué no este año?

¿Qué balance hace de la actuación el sábado de los ciclistas que optaban a la general?

Nos falló Daniel Felipe Martínez, Tom Pidcock y Egan Bernal llegaron en el segundo grupo, pero Carlos Rodríguez demostró que está ahí, bastante bien. Así que, por lo menos, sacamos algo positivo.

Ha cambiado lo que era antes Sky o Ineos, que le tocaba llevar el control de la carrera, a lo que es ahora, que son otros los que tienen esa responsabilidad. ¿Tendrá por eso más libertad que otros años?

Lógicamente, depende de los corredores y de las posibilidades que tengas, tienes que cambiar la estrategia. Ahora no nos queda otra que buscar victorias de etapa y que alguno de estos corredores fuertes que tenemos lo haga lo mejor posible en la general.

Llegó el sábado cerca de los mejores a 48 segundos tras ayudar a los líderes en la línea de una temporada muy regular. Ha acabado dos vueltas duras del World Tour cerca de los mejores -16º en la Volta y 12º en Romandía-, disputando las generales…

Al final hemos tenido bastantes enfermedades y me ha tocado apretar el culo, como se suele decir. Pero sí, este año me he encontrado muy bien desde Algarve que empecé.

Y llevaba tiempo sin disputar el campeonato de España y ha vuelto para ganar su sexto oro en la contrarreloj…

No ha sido un objetivo, ha llegado porque me encontraba a gusto y tenía ilusión con la nueva bicicleta. Los últimos tres años no he tenido cronos para disputar en toda la temporada y entonces preparar una es imposible. Este año sí que en Algarve tenía una, como en Romandía y te pilla todo un poco más de camino.