Tadej Pogacar reaccionó a su derrota del día anterior como el gran campeón que es para ganar la sexta etapa entre Tarbes y el alto de Cauterets-Cambasque, de 144,9 kilómetros, y aventajar en la meta en 24 segundos a Jonas Vingegaard, a los que hay que sumar cuatro más con las bonificaciones.

El danés quiso buscar su debilidad como el día anterior en Marie Blanque, Jumbo endureció la subida del Tourmalet y atacó reiteradamente al esloveno, también en el inicio de la subida final de Cauterets. Pero Pogacar no solo respondió a todos los ataques. Se intercambiaron los papeles y corrió como Vingegaard a la defensiva hasta que lanzó un único ataque y el danés como el esloveno. Eso fue su perdición porque luego le faltaron energías para responder al cambio de ritmo decisivo.

Vingegaard se puso líder, pero Pogacar dejó viva la carrera cuando se podía temer que el danés le diera la puntilla definitiva. La buscó y Jumbo trabajó a la perfección para ello, pero no pudo y ahora la carrera sigue abierta y tendrá que ser su equipo el que lleve todo el peso por vez primera.

ESCAPADA DE VEINTE

La etapa siguió un guión más esperado que la anterior y solo entraron en la fuga corredores que no tenían aspiraciones en la general con Gorka Izagirre (Movistar) y Alaphilippe como mejor clasificado a 7:10. Bora trabajó para defender el liderato de Hindley cuando alcanzaron tres minutos, pero los fugados ampliaron a cinco la ventaja en la subida del Tourmalet, donde Van Aert aceleró para pasar por delante el alto y ayudar a Vingegaard luego.

Jumbo endureció la subida del puerto más duro de la jornada y solo Pogacar consiguió aguantar el ritmo de Kelderman, con Kuss y Vingegaard, que atacó a dos kilómetros del alto y no paró, pero esta vez el esloveno le aguantó y los dos coronaron juntos con dos minutos al resto de los aspirantes al podio y con Castroviejo, pero sin Mikel Landa, que luego consiguió entrar en el descenso junto a Pello Bilbao.

Van Aert esperó a su líder para trabajar en la bajada del Tourmalet, el llano previo a Cauterets con los más fuertes de la escapada y en la subida final hasta que Vingegaard atacó a 4,6 de meta sin poder descolgar tampoco al esloveno, que sí logró marcharse.

Hindley perdió el amarillo, pero afianzó su candidatura al podio al ser el mejor de la otra carrera con Carlos Rodríguez y Simon Yates. Mikel Landa y Pello Bilbao llegaron a un minuto de ese trío y son undécimo y decimotercero en la general.

La séptima etapa ofrece hoy la tercera opción para los sprinters entre Mont de Marsan y Burdeos, con 169,9 kilómetros y una cota de Cuarta.