Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Atención votantes

Dado que todo lo que sucede en el campo de la cultura institucional se rige por la voluntad circunstancial de quien ostenta en cada localidad y gobierno la mayoría para establecer las normas, las elecciones son siempre importantes para que exista una mínima continuidad y no se den pasos hacia atrás. Si se toma un periodo de tiempo adecuado, el análisis de la situación general debe entenderse con generosidad como positiva, pero si ponemos la lupa para intentar analizar los pormenores podemos llegar a la conclusión de que los avances han sido tan lentos y en direcciones tan diversas que solamente podemos suspirar y concluir que con otras políticas más ambiciosas estaríamos en otro punto.

Porque la realidad incuestionable es que, sin políticas culturales definidas, diría que, hasta consensuadas, toda acción se queda en un gesto voluntarista. Es obvio que cuando existen asociaciones representativas de los diversos gremios la interlocución suele ser mucho más efectiva, pero volviendo a la teoría de lo que pudo haber sido y no fue, ante la falta de organizaciones políticas con auténticos programas culturales para aplicar de manera directa tanto para pequeñas poblaciones, como para instituciones que busquen una representación nacional, todo se vuelve a reducir a pequeños avances coyunturales, generalmente tan insignificantes que se pueden solucionar con un aumento ridículo de los presupuestos.Así que: atención votantes. Y atención votados, porque son ya muchos años de autonomía y estamos casi en su punto de arranque, lo que es muy poco.