Raimundo FITERO
DE REOJO

Descripciones disolventes

Una de las aficiones que se van convirtiendo en crónicas cuando debes sintetizar diariamente la realidad o irrealidad que te circunda en unas cuantas frases, es la de describir de manera entre expresionista y pueril a los personajes de la vida pública. En contienda electoral esta manera de desmontar, ridiculizar o convertir en muñeco destartalado al contrario es labor de los equipos de apoyo a los candidatos, publicistas, refranistas o simples narradores de la obviedad partidaria que fabrican frases de repertorio recurriendo hasta a los manuales históricos. No es tarea menor, estas ocurrencias pueden servir mucho más que una perorata discursiva.

La FAES, ese chiringuito bien subvencionado que es donde Aznar mantiene a su más fieles urdidores de mentiras y bulos, acaba de describir de esta manera a Yolanda Díaz: «figurín neocomunista confeccionado con retales de Dior». Si unimos a esta despótica descripción la que el narco candidato Feijóo hizo sobre el maquillaje que hace la candidata de Sumar, deja a las claras el machismo cerval de las derechas españolistas. Meterse con la manera de vestir o maquillarse de una candidata es de premio de cuñadismo trasnochado. De entrada, es una muestra de violencia machista expresada en el nivel de máxima incompetencia.

No es necesario reflexionar demasiado, nuestro voto debe servir para reforzar el muro antifascista y arañar espacio a quienes no tendrán duda de apoyarlos si son necesarios. La campaña ha sido muy empinada. Las encuestas han intentado condicionar como siempre, pero con métodos más indiscretos.