Raimundo FITERO
DE REOJO

Desbandada controlada

Arde el mediterráneo, los montes alpinos sufren tormentas que señalan el desarreglo general manifiesto, sólo es necesario visualizar sin apuros un noticiario internacional para comprender que la inestabilidad climática ha entrado en fase resolutiva. Va a ser difícil orientarse en el desierto o hacer que las brújulas no se desnorten. El relato televisivo va cargado de incidentes, accidentes e indecentes. Menos mal que a Osasuna le han restituido el honor y la plaza ganada en el terreno de juego y podrá jugar en competición europea.

Con todas las conexiones a los terminales del negocio de la política absolutista en pleno funcionamiento, se vuelve a encocorar el asunto en Catalunya. Ha existido un voto creciente en sentido estatuario que coloca a los independentistas en una situación delicada, aunque, por la estadística y la falta de estructuras demoscópicas solventes, parece que todo depende en estos momentos de Waterloo, o sea de Puigdemont, un ser, una persona, un ente político que confieso mi incapacidad para descifrar. Le están dado una relevancia circunstancial que adquiere unos matices extraños ya que puede ser de nuevo imputado, perseguido, con orden de detención europea y ese largo etcétera tan poco apasionante.

Por lo tanto, la rotunda negativa del PNV a compartir vergüenzas con Feijóo, provoca una sensación de abotargamiento general y ya se escuchan voces críticas sobre el fracaso de la campaña del hombre menguante y se empieza a hablar del posible relevo en la dirección de la banda. Se aventura una desbandada controlada.