Hay que ser previsor y tener a mano tres o cuatro opciones de comodín informativo en estas próximas semanas veraniegas. Las fiestas populares patronales proporcionan esa retahíla de fotos y vídeos comunitarios identitarios mientras las cigarras cantan. Por lo tanto, acotar los monstruos de todos los lagos, lagunas y parlamentos es función de achique de espacios. Desde la más absoluta insuficiencia programática propongo variantes pop para estos días de titulares híbridos.

Si el señor Tesla se ha empeñado en que desaparezca el pajarito azul de nuestras vidas, tendremos que atenderlo por lo que iremos asumiendo esa X como una duda irreflexiva, una premonición, un desembarco de los extraterrestres en las fábricas de productos del futuro más retrógrado que nos propone el dueño de la cava de objetos perdidos del futuro. Porque si atendemos a las sesiones de un programa esotérico americano, existen documentación guardada que demostraría que se vieron Ovnis, es decir, que los extraterrestres están entre nosotros.

Deben ser efectos retardados de esa presencia la metamorfosis mediática que está sufriendo Vox, las declaraciones del presidente de una asociación de fabricantes de morcilla de Burgos que ha colocado este producto en la cesta de lo cancelado por ideología fascista y que una partida de tomates vendidos en una cadena ha provocado salmonelosis en diferentes puntos de Francia, lo que es importante para entender el precio del queso brie. Por lo tanto, atentos al monstruo del lago Equis y a Puigdemont, un agente político en alza.