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Indulto parcial para Suu Kyi, que sigue bajo arresto domiciliario

La Junta birmana anunció un indulto parcial para la líder opositora, Aung San Suu Kyi, que reduce su pena de cárcel de 33 a 27 años, pero mantiene su arresto domiciliario, cuando el país continúa inmerso en el conflicto y el régimen castrense se resiste a convocar elecciones.

Aung San Suu Kyi, en una imagen de noviembre de 2015.
Aung San Suu Kyi, en una imagen de noviembre de 2015. (AFP)

Aung San Suu Kyi, que gobernó de facto Myanmar hasta el golpe de Estado del 1 de febrero de 2021, ha sido indultada de cinco delitos por la Junta militar birmana, en un nuevo giro en su trayectoria política y judicial. La Junta que detenta el poder desde febrero de 2021 anunció la condonación de 5 de sus 19 condenas, lo que reduce su pena de prisión de 33 a 27 años y seguirá bajo arresto domiciliario a sus 78 años.

El indulto parcial tiene un impacto inicial muy limitado y se anunció en paralelo a la reducción de cuatro años a la condena de doce del expresidente Win Myint, depuesto por los generales, y a una amnistía a cerca de 7.800 presos.

Suu Kyi, que ganó el Nobel de la Paz en 1991 por la lucha en favor de la transición democrática en su país, pasó 15 años en arresto domiciliario con la anterior Junta militar (1962-2011).

El anuncio se produce mientras la Junta continúa recibiendo presiones externas e internas para buscar una salida al conflicto y perdiendo terreno frente a las fuerzas de defensa del pueblo (PDF), formadas por civiles tras el golpe.

El indulto parcial fue anunciado un día después de que la Junta extendiera por cuarta vez el estado de emergencia, por seis meses más, lo que elimina la posibilidad de que se convoquen elecciones este año, como estaba previsto, añadiendo incertidumbre a la volátil situación de Myanmar.

La Junta, que se comprometió tras el golpe a convocar elecciones un año después, se escuda para extender el estado de emergencia en que son «tiempos extraordinarios», excepción que permite la Carta Magna, por los «actos de terror» de la oposición. Y señala como responsables al Gobierno de Unidad Nacional (NUG), autoproclamado autoridad legítima de Myanmar, y a las PDF, su brazo armado.

El NUG, que opera en la semiclandestinidad, fue constituido por exdiputados del Legislativo salido del triunfo de la Liga Nacional para la Democracia (NLD) de Suu Kyi en las elecciones de noviembre de 2020, tachadas de fraudulentas por el Ejército, su excusa para dar el golpe.

Aunque la NLD fue el germen del NUG, este ha impulsado una agenda política más ambiciosa y ampara la lucha armada de las PDF, con la que en principio disiente la NLD.