Dabid LAZKANOITURBURU

Victimismo existencial

Condenado por abuso sexual -y posterior difamación- contra una mujer en los años noventa...

Acusado de comprar el silencio de una actriz porno con dinero de la campaña que le llevó a la Casa Blanca en 2016...

Pillado in fraganti escondiendo cientos de documentos top secret en su mansión de Florida tras ser desalojado de la Presidencia...

Imputado, finalmente, por conspirar contra EEUU por intentar revertir, asalto de sus seguidores al Congreso incluido, su derrota electoral...

Trump espera en breve acumular un nuevo cargo por presionar al estado de Georgia para que manipulara el recuento de los votos.

Pese a -¿o por?- todo ello, el magnate apuntala, por popularidad y donaciones, su candidatura y empata con Biden en las encuestas.

Ya tarda la Casa Blanca en reaccionar ante lo que sería un escándalo mayúsculo, pensando quizás que lo que más le conviene al octogenario presidente es volver a enfrentarse al magnate.

¿No será, por contra, que ha optado por mantener un perfil bajo para no alimentar el victimismo de Trump?

Porque, a lo que parece, su figura no hace sino crecer a medida que acumula sumarios.

Da hasta miedo pensar que meterle en la cárcel podría servirle la victoria en bandeja. La que, contra todo pronóstico logró, en 2016. Todo es posible en unos Estados Unidos sumidos no ya en una crisis política, sino en un dilema existencial.