Carlos GIL ZAMORA
Analista cultural

Una fórmula europea

La semana pasada murió Manuel Pérez Aguilar, que fue una de las primeras personas que intentó ordenar de manera fehaciente el movimiento del Teatro Independiente durante el franquismo, además de vindicar la gestión como elemento sustancial y que posteriormente logró desde instancias ministeriales elevar muchas de las reivindicaciones previas a hitos. En los años ochenta contribuyó a establecer en el ministerio las instancias que propiciaron el crecimiento de todos los rangos de ayudas y de compañías estatales y hasta del propio INAEM. Su trayectoria fue fluctuante, pero ha sido el reconocido maestro de varios de los productores vascos más importantes.

Fue uno de los fundadores de la Cooperativa de Producción Teatral Denok en Gasteiz y del Festival Internacional de Teatro. La idea era clara para fundamentar una unidad de producción completa, en este caso financiada por tres partes, la propia cooperativa, la Diputación Foral, (no había todavía Gobierno de Gasteiz) y el Ministerio. Es una fórmula clásica de financiación europea. Denok tenía dos compañías para adultos, una infantil, una escuela de formación, programación habitual de primer nivel y el festival. Además de un boletín de información que era una suerte de primeros intentos de una revista. Los puntales fundamentales: formación, producción, exhibición, distribución e información. Hoy no existe nada parecido.