Koldo LANDALUZE
NOTAS SOBRE UN VERANO

En mitad de una encrucijada repleta de dudas

El asturiano Diego Llorente aborda en “Notas sobre un verano” una crónica íntima en la que su protagonista se encuentra en una compleja encrucijada. Katia Borlado encarna a una profesora adjunta en la universidad de Madrid que está a punto de irse a vivir con su compañero sentimental (Antonio Araque), pero antes decide pasar el mes de agosto en Gijón con su familia. Es allí donde se reencuentra con sus amigas de siempre y con una persona con la que mantuvo una relación en el pasado (Álvaro Quintana) y que desestabilizará su mecánica sentimental. En esta tesitura, la protagonista topa con el dilema del retorno a Madrid o quedarse definitivamente en su Gijón natal.

En esta tesitura, la protagonista topa con el dilema del retorno a Madrid o quedarse definitivamente en su Gijón natal. En su declaración de intenciones, la película se presenta como un filme sobre la pasión y el amor, pero también incide en cuestiones como la precariedad laboral que deben soportar las nuevas generaciones. Una situación que les obliga a abandonar sus ciudades y embarcarse, como en el caso de la protagonista de la película, en una aventura que se antoja incierta y en otra ciudad muy diferente que amenaza con devorarla sicológica y emocionalmente. Los personajes se encuentran en un estado de agitación constante, desubicados, con su brújula existencial estropeada y con la duda como único principio por el que regir sus vidas. Siguiendo la estela del maestro Éric Rohmer, Llorente compone un relato que fluye muy natural y en el que la propia escenografía asturiana ejerce como un fuerte componente simbólico, dentro de un contexto en el que priman unos diálogos muy eficaces.