Amaia U. LASAGABASTER
FÚTBOL

Las futbolistas van a la huelga ante la falta de acuerdo por el convenio

La convocatoria de huelga comprende las dos primeras jornadas de la Liga F, que debería comenzar el próximo fin de semana.

Una huelga desencalló la negociación por el primer convenio hace cuatro años.
Una huelga desencalló la negociación por el primer convenio hace cuatro años. (AFE)

Por segunda vez en la historia, las futbolistas pueden ir a la huelga. Por idéntico motivo, la falta de avances en la negociación del convenio colectivo; en este caso, la actualización del documento pionero que se firmó en febrero de 2020.

Los sindicatos que representan a las jugadoras han remitido ya un escrito al SIMA (Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje) comunicando la convocatoria de huelga para las dos primeras jornadas de la Liga F, que debería arrancar el próximo fin de semana. Según explicaban desde AFE, «la promoción de esta huelga es resultado del estancamiento en las negociaciones del Convenio Colectivo. Se persigue avanzar en dichas negociaciones, lograr un trato justo y digno para las futbolistas, abordar y reducir la brecha salarial existente».

Siguiendo la normativa, el lunes se realizará un acto de conciliación y si no hay acuerdo, la patronal recibirá el escrito de la convocatoria.

Hace prácticamente un año que sindicatos y LPFF negocian la actualización del convenio colectivo. Son muchos puntos a revisar pero la parcialidad y el sueldo mínimo provocan las mayores fricciones. El actual es de 16.000 euros con un 75% de parcialidad, la oferta de la patronal pasaría por un acuerdo a tres años en los que el sueldo mínimo iría creciendo hasta llegar a los 19.000, mientras los sindicatos abogarían por un aumento progresivo pero con cuantías que alcanzarían los 30.000 euros en el tercer año.

Además de sus legítimas aspiraciones, las futbolistas sufren el agravio comparativo que suponen los emolumentos que consiguieron las árbitras con su revuelta hace un año, cuando también paralizaron el inicio de la Liga, y acabaron quintuplicando sus ingresos, que en el caso de las árbitras principales pueden alcanzar los 25.000 euros, además de otros beneficios. Los clubes, por su parte, recuerdan que los ingresos de la competición son todavía limitados y que la sangría a la que les somete la Federación Española por diferentes conceptos cuyo coste ha ido multiplicando con el visto bueno del CSD, les deja prácticamente sin margen de maniobra, lo que puede acabar impidiendo la viabilidad de la competición.