Miguel FERNÁNDEZ IBÁÑEZ

Sin control, un incendio devastador calcina el noreste de Grecia

Según Copernicus, el Programa de Observación de la Tierra de la UE, la región de Evros está padeciendo el peor incendio registrado en la UE desde que comenzaran las mediciones en el siglo XXI. Aún activo, las autoridades no consiguen contener las llamas. Han fallecido al menos 20 personas, de las que 19 se cree eran migrantes.

Varias personas observan y fotografían cómo el incendio arrasa un bosque en Sikorahi, cerca de Alexandroupoli, en Evros.
Varias personas observan y fotografían cómo el incendio arrasa un bosque en Sikorahi, cerca de Alexandroupoli, en Evros. (Sakis MITROLIDIS | AFP)

Grecia sufre el peor incendio registrado en la UE. Aún activo, más de 90.000 hectáreas han ardido desde que hace dos semanas las autoridades detectaran el primer foco en el Parque Nacional de Dadia, cerca de la frontera con Turquía. Al menos han fallecido 20 personas, de las que 19 se cree que eran migrantes que habrían cruzado ilegalmente la frontera.

En Evros, cuerpos de emergencia de diferentes países ayudan en las labores de extinción. Aportan hidroaviones, camiones, bomberos. Cerca de 600 efectivos luchan sin descanso contra las llamas, que amenazan las poblaciones de Soufli, Kotronia o Gianouli, y que han arrasado la biodiversidad de Dadia. Un desastre natural que afecta a una superficie mayor que la de Nueva York.

Los fuertes vientos de bruscos cambios de dirección en un clima seco y condicionado por las olas de calor han dificultado las labores de extinción de los incendios desatados este verano en Grecia. En julio, al inicio de una de las olas de calor, dos fuegos tuvieron especial repercusión: el que afectó a la región que conecta Atenas con el Peloponeso y el de la isla de Rodas, donde miles de turistas tuvieron que ser evacuados. El ministro de Protección Ciudadana, Notis Mitarakis, tuvo que dimitir por estar de vacaciones mientras el país ardía. Un mes más tarde, en mitad de otra ola de calor, preocupaban dos incendios: el recientemente controlado del monte Parnitha, uno de los espacios verdes que rodean Atenas, y el desatado en Evros, aún activo y que avanza sin control entre el desánimo y la impotencia de los bomberos que luchan contra las llamas.

El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, culpa al cambio climático y compara la crisis en Evros con los incendios en Hawai y Tenerife. Además, ha señalado que los fondos destinados a cuidar los bosques podrían haber sido mal administrados por los municipios. Pero los fallos en la prevención son innegables: este verano la superficie calcinada en Grecia ha sido muy superior a la del resto de Estados mediterráneos; casi el triple que la de Italia y casi el doble que la del Estado español.

En 2017 ardió Portugal, en 2021 fue Italia y en 2022, el Estado español. En 2023, las llamas devoran Grecia. Ante los efectos devastadores de esta crisis, Mitsotakis ha prometido ayudas para los afectados y ha asegurado que invertirá en mejorar los sistemas de prevención. Palabras que recuerdan a las pronunciadas este año cuando Grecia sufrió el peor accidente ferroviario en su historia. Fallecieron 57 personas.

EL MIGRANTE, CHIVO EXPIATORIO

Una vez propagado el incendio en Evros, en las redes sociales comenzaron a aparecer mensajes que culpaban a los migrantes. Evros es uno de los puntos más transitados de la ruta migrante y, aprovechando que los refugiados se esconden en sus bosques, la ultraderecha encontró a su chivo expiatorio predilecto. Es más, grupos de personas se dedicaron a capturar migrantes. Lo grabaron y, en uno de los vídeos, un hombre mostró a personas vejadas a las que había encerrado en el remolque de su coche. Estas imágenes obligaron a intervenir a la Justicia, que no encontró evidencias de que fueran pirómanos. En cambio, tres cazadores de migrantes permanecen arrestados por creerse la autoridad.

Pese a la gravedad de los hechos, los políticos se han unido al linchamiento. Mitsotakis no ha rechazado con firmeza los discursos racistas y las teorías de la conspiración. Y el líder de la ultraderechista Solución Helena, Kyriakos Velopoulos, se ha mostrado especialmente activo, probablemente pensando en las elecciones municipales de octubre: en julio dio pábulo a la teoría de que Turquía ordenó prender el incendio en Rodas y, la semana pasada, en una visita a Evros, culpó a los migrantes y justificó la necesidad de que, siempre que no haya fuerzas de seguridad presentes, la sociedad forme patrullas ciudadanas.

En las elecciones de junio pasado, tres fuerzas de ultraderecha entraron en el Parlamento: Victoria, Solución Helena y los neonazis de Espartanos sumaron casi el 13% de los votos. Estas formaciones destacan por su defensa de la religión ortodoxa y, sobre todo, por un discurso de rechazo a los migrantes y a la influencia de la vecina Turquía.