Martxelo DÍAZ
NEGOCIACIONES PARA LA INVESTIDURA ESPAÑOLA

El fin de la persecución, principal condición de Puigdemont

El fin de la persecución contra el indepentismo catalán es la principal condición que citó ayer Carles Puigdemont para comenzar a negociar la gobernabilidad española. Se remontó a 1714 para calificar de «compromiso histórico» el eventual acuerdo que se logre. Destacó también que el límite de la negociación deben ser los tratados internacionales sobre libertades y derechos.

Carles Puigdemont interviene en la apertura de las jornadas organizadas por Junts en Bruselas.
Carles Puigdemont interviene en la apertura de las jornadas organizadas por Junts en Bruselas. (John THYS | AFP)

Carles Puigdemont considera que «no hay condiciones» para iniciar una negociación sobere la gobernabilidad en el Estado español. En una comparecencia en Bruselas con motivo de la apertura de unas jornadas de Junts y un día después de reunirse con Yolanda Díaz, destacó que este diálogo «debe ser un compromiso histórico, algo que nunca se ha hecho desde la toma de Barcelona en 1714 y el decreto de Nueva Planta que abolió las instituciones catalanas y comenzó con la persecución de la lengua».

A pesar de que no existen actualmente las condiciones para impulsar este tipo de negociación, Puigdemont destacó que se podrían crear si existiera voluntad por parte de los dos grandes partidos españoles, el PP y el PSOE.

En este sentido, citó una serie de condiciones que considera imprescindible para acometer la negociación. La primera de ellas es identificar los elementos del conflicto, «ya que ignorarlos no permitirá resolver» la actual situación. Entre ellos, recordó la sentencia del Tribunal Constitucional español del año 2010 contra el Estatut.

Otros elementos son la criminalización del 1-O, «un referéndum que fue la respuesta legítima del pueblo catalán», o el incumplimiento de los pactos, entre los que mencionó el impulso desde Madrid al cambio de sedes empresariales y la aplicación del 155.

«Catalunya es una vieja nación europea que se ha visto atacada por los regímenes españoles desde 1714 y que ve la independencia como la única manera de pervivir como nación», proclamó.

«La necesidad de apoyos parlamentarios no parece suficiente para respetar los derechos nacionales catalanes», añadió Puigdemont, recordando que no se hizo cuando cientos de miles de personas se manifestaron en las calles o cuando participaron en un referéndum.

«No parece que lo vayan a hacer porque necesiten el voto de siete diputados», insistió, destacando que están preparados para unas nuevas elecciones, «pero también para una negociación que puede terminar en un acuerdo histórico».

«¿PP Y PSOE PREPARADOS?»

«La pregunta es si los dos partidos españoles están preparados para este tipo de negociación o quieren salir del paso y obtener el apoyo parlamentario que precisan», preguntó para contestarse que ignora la respuesta.

En cualquier caso, Puigdemont abogó por crear las condiciones previas para habilitar un proceso de negociación serio. «Si no, no tendría sentido embarcarnos en este proceso», destacó. «Tratándose de la política española, todas las precauciones son pocas», dijo.

Entre estas condiciones, reclamó el reconocimiento de la legitimidad del independentismo catalán, tras denunciar que el Estado español ha pedido a Europol que les traten como «terroristas» y que ha habido episodios de espionaje e infiltración.

En esta línea, exigió el abandono de la persecución al independentismo catalán, destacando que ni el 1-O ni las protestas fueron delito. La herramienta para ello sería una ley de amnistía. Defendió que «debemos dedicar nuestros recursos a nuestra causa, no a defendernos» y destacó que el Gobierno español puede ya tomar decisiones al respecto a través de órganos como la Fiscalía.

También reclamó la creación de un mecanismo de seguimiento del cumplimiento de los acuerdos, lamentando que PP y PSOE no están preparados para ello. «No podemos tener confianza en la palabra que nos den», advirtió.

Asimismo, destacó que los límites de la negociación deben ser los tratados internacionales sobre derechos y libertades colectivas e individuales. «Ninguno de estos requisitos va en contra de la Constitución española», subrayó.

Puigdemont reivindicó su opción por permanecer en el exilio, no participar en la mesa de diálogo con el Gobierno español o abandonar el Govern de la Generalitat catalana. «No hemos aguantado esta posición para salvar una legislatura española», sentenció.

MADRID: «EN LAS ANTÍPODAS»

La portavoz del Gobierno español en funciones, Isabel Rodríguez, aseguró que se encuentran «en las antípodas» de las condiciones expresadas por Puigdemont.

«Nos separa un mundo de esas posiciones, están en las antípodas», expresó Rodríguez, que destacó que el planteamiento de Pedro Sánchez para la reelección «pasa por el diálogo, un marco que es la Constitución y un objetivo que es la convivencia».