Los presidentes del PP, Alberto Núñez Feijóo, y de Vox, Santiago Abascal, se reunieron ayer en el Congreso español. La cita, que se enmarcaba en la ronda de contactos previa a la sesión de investidura del día 26, estuvo marcada por la intervención de Carles Puigdemont en Bruselas.

A juicio de Feijóo, las condiciones de Puigdemont «ni son aceptables ni son asumibles, y en nombre de los españoles ni quiero ni puedo pagar ese precio que ha fijado para ser presidente del Gobierno de España».

Asimismo, instó a Sánchez a decir «lo mismo» y a apoyar un Ejecutivo liderado por el PP. En este sentido, aseveró que un eventual acuerdo entre PSOE y Junts supondría «un disparate histórico, que atenta a los derechos de los españoles y ni Pedro Sánchez debería ser capaz de llevarlo a cabo».

ABASCAL: «GOLPE»

Por su parte, Abascal confirmó su apoyo a Feijóo ante una supuesta «amenaza de golpe» desde Moncloa. «Le he trasladado que Vox apoyará su investidura como alternativa al bochorno de ver a los partidos separatistas subastar la nación de forma impúdica», apuntó, incidiendo en que tampoco se opondría a una coalición entre PP y PSOE.

«Si esa posibilidad existiese, y entiendo que es muy difícil, Vox desde luego no sería un obstáculo», indicó tras hablar de «una amenaza histórica a la Constitución y a la convivencia entre españoles».

«Es una situación de excepción nacional y de excepción democrática», destacó el portavoz de Vox.

La reunión de ayer sirvió para escenificar el fin de las discrepancias entre el PP y Vox, tras alcanzar un acuerdo para gobernar Murcia, la última comunidad autónoma en la que todavía no habían pactado el Ejecutivo.

En este nuevo clima de cordialidad, Abascal incluso aparcó las críticas a la intención inicial de Feijóo de reunirse con Puigdemont.

Feijóo, por su parte, destacó el aval de Vox a un eventual acuerdo entre PP y PSOE para dejar al margen a las formaciones soberanistas en la negociación de la investidura y recordó que ya ha puesto sobre la mesa una oferta a Sánchez para una legislatura limitada a dos años para enfrentar a los retos del Estado.

El líder del PP entregó a Vox el mismo documento que hizo llegar a Sánchez, que incluye también un refuerzo del sistema autonómico, algo que va en contra de los postulados del partido de Abascal.

El presidente de Vox explicó que, durante la reunión, Feijóo no le planteó que fuera necesario firmar este documento para alcanzar un acuerdo de investidura y evitó incidir en lo que es una evidente diferencia entre ambos partidos.

Feijóo, asimismo, señaló que PP y Vox «coindicen tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de los problemas transcendentales» que tiene actualmente el Estado español.