Amaia U. LASAGABASTER
FÚTBOL

La Española destituye a Vilda con loas y da el puesto a su ayudante

Jorge Vilda deja el banquillo de la selección española y la dirección deportiva del fútbol femenino de la RFEF. Le sustituye en el cargo Montse Tomé, hasta ahora su ayudante y sin experiencia como primera entrenadora.

Jorge Vilda en una imagen del pasado Mundial.
Jorge Vilda en una imagen del pasado Mundial. (Franck FIFE | AFP)

VildaOut. El lema, tan popular durante los últimos meses, ya es una realidad, después de que la Federación Española destituyera ayer al seleccionador español y director deportivo de fútbol femenino. Pero sobre su marcha se cierne la sombra de la duda porque su vacante la ocupará Montse Tomé, ayudante de Vilda los últimos cinco años y sin experiencia como primera entrenadora, lo que parece encajar más el movimiento en una operación de maquillaje que en el cambio profundo que reclama el mundo del fútbol.

Si la destitución de Vilda no pilló a nadie por sorpresa, sí lo hizo la nota con la que lo comunicó la Federación Española, que cubrió de elogios al técnico madrileño. Catalogada como «una de las primeras medidas de renovación anunciadas por el presidente Pedro Rocha», los motivos no se explicaron. Abundaron, por el contrario, las loas a Vilda y «su intachable conducta personal y deportiva, siendo una pieza clave en el notable crecimiento del fútbol femenino en España. Durante su extensa etapa, Vilda ha sido promotor de los valores del respeto y la deportividad en el fútbol». Concluía el comunicado diciendo que Vilda «ha dado un notable impulso que se refleja en los grandes resultados obtenidos» y destacaba su «extraordinario legado deportivo gracias a la implementación de un modelo de juego reconocido y una metodología que ha sido motor de crecimiento para todas las categorías femeninas de la selección».

Vilda entró en la Federación Española en 2010 de la mano de su padre Ángel, seleccionador en categorías inferiores. Pasó con éxito por los banquillos de la sub17 y sub19 antes de suceder en 2015 a Ignacio Quereda al frente de la absoluta, con la que ha ganado el Mundial. Lo conseguía tras la deserción de buena parte de las internacionales, que dos meses después de disputar la pasada Eurocopa renunciaron a seguir vistiendo la camiseta rojigualda mientras no mejorasen las condiciones de trabajo en la Federación Española, que veían alejadas de los stándares que exige el fútbol de alto nivel. Vilda y Rubiales optaron por la mano dura y solo algunas de las futbolistas que se «arrepintieron» formaron parte de la convocatoria mundialista. Pero el malestar personal y profesional con el entrenador de buena parte del grupo era patente, pese a lo que ha sido el «affaire Rubiales» el que ha acabado enviándole a la calle.

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Su vacante la ocupará la que hasta ahora era su ayudante Montse Tomé, que se convierte en la primera mujer que dirige la selección española absoluta.

La exfutbolista colgó las botas en 2012 y seis años después ingresó en la Española. Tras un efímero paso por la sub17, ha ejercido hasta ahora como segunda entrenadora de Vilda. Fue muy criticada por sus aplausos a Rubiales en la Asamblea de la «no dimisión» aunque posteriormente firmó un comunicado conjunto con casi todo el cuerpo técnico de la selección española en el que hacía pública su dimisión y denunciaba haber sido «obligada» a ocupar un asiento en primera fila en aquel acto.

Su labor no se desarrollará de forma interina, a tenor del escueto comunicado de la Española, en el que no se detalla ni su cuerpo técnico ni la duración de su contrato ni si también se hace con la dirección deportiva.



Sin acuerdo entre sindicatos y patronal

La segunda reunión entre patronal y sindicatos tras la convocatoria de huelga de las futbolistas de Primera para las dos primeras jornadas de la Liga F tampoco dio frutos. Las dos partes volverán a reunirse hoy, a solo dos días ya de la fecha de inicio de la temporada, en la sede del SIMA en Madrid. Ha habido movimientos pero las posturas siguen alejadas.

Hace un año que los sindicatos y la Liga Profesional de Fútbol Femenino negocian la actualización del convenio colectivo. Son muchos puntos a revisar pero la parcialidad y, sobre todo, el sueldo mínimo provocan las mayores fricciones. El actual es de 16.000 euros con un 75% de parcialidad y los sindicatos abogarían por acuerdo a tres años en los que el sueldo mínimo arrancaría en los 25.000 euros hasta alcanzar los 30.000. En el planteamiento inicial de la patronal apenas se alcanzaban los 19.000 euros pero según informó ayer la Liga su oferta pasa ahora por eliminar completamente la parcialidad y crecer en tres años de los 18.000 a los 25.000 euros, además de otros beneficios. A.U.L.