Fue un éxito ya antes de que se estrenara. El pasado mes de abril llegaba a las salas de cine tras haber sido premiada en Berlín y en Málaga. Estibaliz Urresola (Laudio, 1984) elaboró un artefacto de sinceridad y empatía, lo lanzó al patio de butacas y “20.000 especies de abejas” lograron zumbar los oídos de una sociedad que aún no asimila la realidad del colectivo transexual. No son ellas y ellos quienes deben cambiar nada, la transición ha de llegar desede la mirada social. Es por ello que en este proyecto la empatía cruza todas las líneas que forman el panal en torno a una niña que tiene muy definida su identidad -y que es la abeja reina de la película-, pero no logra que la mirada externa se mimetice con sus sentimientos.

En este camino se puede constatar que el cine vasco irrumpe con destellos en la gran pantalla. Y es que no solamente es Urresola quien fija su amarre en detalles y matices para elaborar grandes historias humanas.

LOS EMBLEMAS DE ERICE

Es martes, 22 de agosto, y la calma reina en la redacción de este diario. De pronto surge otro destello u otra chispa que pone en marcha la maquinaria periodística. Zinemaldia anuncia que Víctor Erice recibirá uno de los Premios Donostia de esta edición -por cierto, primer vasco en recibirlo-. ¿Erice? Y los automatismos comienzan a lanzar sus tics y azotan con la primera en la frente. “El espíritu de la colmena”. Peliculón. Pero no el único. Cincuenta años después de aquella primera aparición de Ana Torrent y treinta del rodaje de “El sol del membrillo”, el director de Karrantza vuelve a firmar la que es su cuarta película en solitario (en 1983 llegaba “El Sur”), “Cerrar los ojos”, que fue estrenada en la pasada edición de Cannes. Un muy esperado largometraje tras tres décadas sin firmar una obra en solitario. Erice cuenta con cuatro películas en su carrera, y con una enorme habilidad para generar emblemas de la historia del cine a través de una producción muy reducida.

UN CAMINO PARA DISFRUTAR

La Academia de Cine española anunciaba ayer las tres películas preseleccionadas para optar a la nominación a los Óscar en la categoría de Mejor Película Internacional. Y la exquisitez del cine vasco copa la lista con “20.000 especies de abejas” y “Cerrar los ojos” -la preselección la cierra “La sociedad de la nieve”, de Juan Antonio Bayona-.

Este nuevo anuncio evoca inevitablemente algunos momentos dulces del cine vasco. Entre otros -y sin despreciar la ingente labor musical y ampliamente reconocida del donostiarra Alberto Iglesias-, el pulso de los Moriarti con “La trinchera infinita”, o la puja de llegar hasta Hollywood de películas como “El hoyo”, de Galder Gaztelu-Urrutia, o “Cinco lobitos”, de Alauda Ruiz de Azúa, aunque ninguna consiguiera pasar la criba.

La pelea por representar -oficialmente- al Estado español -y a Euskal Herria- en los Óscar tendrá su desenlace el próximo 20 de septiembre. El sistema establece dos rondas de votaciones, de modo que hasta esa fecha no se conocerá cuál será la película elegida para competir en la 96ª edición de los premios de la Academia de Hollywood, cuya celebración tendrá lugar el 10 de marzo de 2024. Una carrera que siempre hace disfrutar, más allá de la meta, del recorrido que ofrece el cine vasco en su excelencia.