Triplete de Jumbo con recital de sus tres líderes en el Tourmalet
Vingegaard ganó la etapa reina tras atacar a ocho de meta al acabar el trabajo de Gesink y Kelderman, que se bastaron para seleccionar la carrera. Kuss, segundo, reforzó su liderato por delante de Roglic.
Jonas Vingegaard culminó ayer el dominio absoluto del Jumbo en la etapa reina de la Vuelta entre Formigal y el Tourmalet, de 135 kilómetros, por delante de Sepp Kuss, que reforzó su liderato, y Primoz Roglic para completar el triplete de su equipo en la etapa y en la clasificación general.
El ganador de los dos últimos Tours logró su primera victoria en la Vuelta, que dedicó emocionado a su hija, que cumplía años, tras atacar de un grupo selecto de once corredores a ocho de meta tras acabar el trabajo de Robert Gesink y Wilco Kelderman. Los dos seleccionaron el reducido grupo de 21, con cinco del Jumbo, tras las duras subidas de Aubisque y Spandelles que eliminaron de la lucha por la general a Joao Almeida, que llegó enfermo a casi siete minutos, y al ganador del año pasado, Remco Evenepoel, que se quedó sin opción desde la primera subida sin poder seguir a su equipo y acabó a 27 minutos.
BIEN LANDA Y BAHRAIN
La debilidad del flamenco y el portugués provocó que desde el Aubisque el Jumbo endureciera la carrera y que, tras coronar, el Bahrain trabajara también para lanzar en el descenso a Caruso y Mikel Landa, a los que solo siguieron Sepp Kuss y Jonas Vingegaard.
El alavés quiso darle continuidad en Spandelles a 60 de meta y se fue con el ganador del Tour, pero el danés no colaboró porque el Jumbo tenía otro plan. Puso a trabajar a Robert Gesink y Wilco Kelderman en cabeza de un grupo que se reducía con el paso de los kilómetros y, cuando el segundo avisó que se le acababa su energía a ocho de meta, saltó Jonas Vingegaard. En un principio Enric Mas intentó seguirlo, pero en el segundo ataque desistió y el danés se marchó en solitario hasta la meta. Por detrás quedaron los otros dos líderes del Jumbo, Kuss y Roglic, con el balear del Movistar, Juan Ayuso, Mikel Landa, séptimo en la etapa y la general, y el ganador del Tour del Porvenir del año pasado, Cian Uijtdebroeks.
La amenaza de Kuss y Roglic llevó a Mas y a Ayuso a no forzar la máquina y, aun así, el norteamericano atacó a dos de meta para acabar segundo y reforzar su liderato y el esloveno en el último kilómetro para completar el triplete de un equipo tan superior que va a poder elegir al ganador y aspira a ser el primero en copar un podio final en una grande.