Las autoridades del este de Libia elevaron ayer a 5.200 la cifra de fallecidos por las riadas causadas por el paso del ciclón Daniel -ahora tormenta- por el extremo nororiental del país, donde la Media Luna Roja habló también de cerca de 10.000 desaparecidos.

La zona más afectada es la ciudad de Derna, gravemente afectada por el colapso de dos represas. Las autoridades de los dos gobiernos paralelos que controlan las diferentes partes del país, que espera la llegada de ayuda humanitaria desde el exterior, han agradecido el apoyo mostrado por la comunidad internacional en las primeras horas.

En Derna, la cuarta urbe más grande del país con 120.000 habitantes, más de 480 viviendas quedaron destruidas y cinco barrios residenciales fueron arrasados por completo por las lluvias torrenciales, sumadas al colapso de las presas, que vertieron 33 millones de metros cúbicos de agua dentro de la ciudad.

La falta de recursos está complicando las labores y ha obligado a los equipos de rescate y ciudadanos a extraer los cientos de víctimas de los escombros con utensilios domésticos y enterrarlos en fosas comunes en el cementerio de Martouba, a una veintena de kilómetros de distancia.

Por ello, las autoridades enfrentadas del este y oeste que se dividen el poder Ejecutivo, pidieron el lunes a la comunidad internacional ayuda humanitaria, incluida maquinaria pesada, material médico y alimentos. Los equipos enviados por Turquía, que apoya al Gobierno de Trípoli (oeste), fueron los primeros en llegar por vía aérea para ofrecer personal de búsqueda y rescate submarino así como asistencia logística. También Argelia estableció un puente aéreo con ocho aviones militares que llevaron una importante ayuda humanitaria con alimentos, material médico, ropa y tiendas de campaña.

El Presidente del Consejo Presidencial del Ejecutivo de Tobruk (este), Muhammad Manfi, declaró varias provincias de la región noreste de Cirenaica, incluida Derna, como «zona siniestrada» y avanzó haber contactado con países como el Estado español e Italia para coordinar su apoyo.

SUSA, BAJO EL AGUA

Algunas localidades como Susa, a apenas 80 kilómetros de distancia de Derna, están sumergidas bajo el agua y la ayuda todavía no ha llegado mientras los cadáveres se agolpan en las costas, señaló el director del Servicio de Ambulancias y Emergencias local, Hamdi al-Hassi.

El comité de crisis formado por el Gobierno de Unidad Nacional (GNU) -con base en Trípoli y reconocido por la comunidad internacional- aseguró que trabaja en el rescate de ciudadanos, la asistencia a los desplazados para que puedan regresar a sus domicilios y el registro de daños materiales y su reconstrucción.

Con la estabilización de las condiciones climáticas, ayer se instalaron estaciones móviles para restablecer las telecomunicaciones y numerosos centros deportivos y educativos fueron dispuestos para alojar a los ciudadanos que han perdido sus hogares, señaló el ministro de Gobierno Local, Badr al-Din al-Toumi. El GUN prometió indemnizar a todos los afectados.

Tras causar estragos en Grecia y Turquía, el ciclón Daniel fue degradado a tormenta subtropical el 9 de septiembre y comenzó a debilitarse el domingo cuando se dirigía hacia el vecino Egipto.

Al-Sissi ordena a su Ejército ofrecer ayuda urgente

El presidente egipcio, Abdelfatah al-Sissi, ordenó ayer a sus Fuerzas Armadas ofrecer de forma inmediata «todo tipo de ayuda urgente por tierra, mar y aire» para las tareas de rescate y socorro en Libia y Marruecos tras las dos tragedias naturales que han dejados miles de muertos y desaparecidos. Así, les conminó a brindar a ambos países apoyo inmediato y ayuda humanitaria, incluidos equipamientos de socorro, equipos de rescate y tiendas de campaña para los afectados, en cooperación y coordinación con las agencias e instituciones libias y marroquíes. Además, países árabes como Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar han enviado ya ayuda urgente a ambos países.GARA