Dabid LAZKANOITURBURU

Dos amigos y un business que denota tres debilidades

Tras un largo y maniaco-persecutorio viaje en tren blindado, Kim Jong-un, heredero de una dinastía que justifica su dictadura, culto a la personalidad incluido, en nombre de una cruel amalgama entre el estalinismo más oriental y una relectura de la tradición coreana («Pensamiento Juche») cruzaba la frontera rusa.

Y saludaba ante el inquilino del Kremlin la «lucha santa» (¡toma materialismo histórico!) de Rusia contra Ucrania.

Vladimir Putin, que no tiene un pelo de tonto, bien se ha encargado de no recibirle en el marco del Foro Económico del Extremo Oriente en la ciudad de Vladivostok y se citaba con él a 1.000 kilómetros, en el cosmódromo ruso de Vostochni, en la región siberiana de Amur, y sucesor del histórico de Baikonur (Kazajistán).

Ponía los dientes largos a Kim enseñándole los nuevos cohetes Angara y las plataformas de lanzamiento de los Soyuz, en un cosmódromo que se construyó entre condenas por corrupción y retrasos. Y lo hizo no precisamente en el mejor momento para las aspiraciones espaciales rusas después de que en agosto hincara la rodilla ante India hacia el polo sur de la Luna.

Poco importa eso al líder norcoreano, quien suspira por recibir tecnología avanzada para la fabricación de satélites y submarinos de propulsión nuclear una semana después de la presentación, «marketing disuasorio», de un remozado sumergible de los años 50.

A cambio de eso y de petróleo y alimentos para su población (por detrás en las prioridades de Kim, su «gran conductor»), Rusia, el segundo ejército «más potente» del mundo, recibiría millones de municiones para artillería, obuses y misiles antitanque que le sobran a Pyongyang para suplir los que a diario gasta en Ucrania y que su industria militar no puede reponer.

Putin le despidió con el proverbio ruso de que «un viejo amigo es mejor que dos nuevos».

Y eso que faltaba Trump, de quien su «amigo» Putin aseguraba la víspera que «sufre toda una persecución política». De la que tanto Putin como Kim tanto saben.