GARA
GINEBRA

La ONU moviliza un equipo de ayuda de Marruecos hacia Libia

La ONU ha enviado un equipo de expertos en la coordinación de ayuda internacional que tenía en Marruecos a Libia, donde considera que todavía se desconoce la verdadera magnitud del desastre que ha dejado más de 16.000 muertos y desaparecidos.

Edificios dañados en la arrasada ciudad de Derna.
Edificios dañados en la arrasada ciudad de Derna. (Abdulah DOMA | AFP)

La ONU ha enviado un equipo de expertos en la coordinación de ayuda internacional que tenía en Marruecos a Libia, donde considera que todavía se desconoce la verdadera magnitud del desastre provocado por un ciclón y el derrumbe de dos represas que destruyeron la ciudad de Derna y causaron graves daños en otras localidades.

Se calculan más de 6.000 muertos y 10.000 desaparecidos en los balances de los dos Gobiernos paralelos libios.

«Las inundaciones y los torrentes de lodo, y la consiguiente destrucción de las edificaciones siguen escondiendo el nivel de muerte y necesidad en Libia», afirmó Martin Griffiths, secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, quien está en Ginebra para dirigir los planes logísticos de asistencia a Libia y a Marruecos.

Precisó que la necesidades más urgentes en Libia son albergues para las personas que han perdido sus hogares y todas sus pertenencias, alimentos, material médico para prevenir enfermedades infecciosas y agua potable, así como apoyo psicosocial para ayudar a los afectados a seguir adelante tras un trauma de tales dimensiones como el de las familias que «llevan días buscando desesperadamente a sus seres queridos, vivos o muertos». «Hemos escuchado historias de familias que han perdido cincuenta parientes», relató.

CADÁVERES

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que los cadáveres de las víctimas no ponen en riesgo la salud de la población superviviente ni amenazan con provocar epidemias. «Las víctimas que han muerto por traumatismo, ahogamiento o incendios, no suelen albergar organismos que causen enfermedades si se mantienen las precauciones habituales», indicó la portavoz de la OMS, Margaret Harris.

En el caso de la inundación, el problema no son los cadáveres, sino que el agua en sí está contaminada, por lo que es necesario garantizar que la gente tenga acceso a agua potable.

El director de medicina forense para África del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Bilal Sablouh, añadió que en circunstancias como éstas la desinformación puede incluso dificultar las tareas de los rescatistas, así como la recuperación de restos humanos y su manejo adecuado.

Asimismo, temores infundados de ese tipo pueden conducir a entierros o incineraciones masivas, rápidas y sin respeto de la dignidad del fallecido, todo lo cual también lleva a problemas de identificación de los muertos, que se convierten así en «desaparecidos» a los que sus familias pueden buscar durante años.