Llegamos a Madrid. Mi tercera Vuelta terminada con buenas sensaciones, pero con pena de no haber podido coger una fuga buena. No me han salido las cosas como quería. Empecé con malas sensaciones y la he acabado fuerte, pero sin lucir esas piernas en una fuga de calidad como quería.

Para el equipo el sábado fue un día especial al tener en la disputa de la etapa a Pelayo con los mejores del mundo. Se pudo filtrar en una fuga de muchísima calidad y demostró un nivel increíble, por eso va a dar el salto al World Tour. Acabamos con pena de no haber ganado la etapa, el objetivo, pero el equipo ha hecho una grandísima Vuelta, con una buena clasificación por equipos y dejándonos ver. Por eso hacemos una buena valoración, es un placer estar en una carrera de tres semanas con este nivel y ahora toca descansar y ver si terminamos aquí la temporada o aprovechamos en alguna carrera la buena forma.

Toda la Vuelta se ha ido de la batuta del Jumbo. Si buscaban diferencias en la general marcaban un ritmo infernal y se quedaban con los tres líderes adelante y los días que se lo querían tomar más tranquilo dejaban unas fugas en las que se ha visto que Remco Evenepoel es un ganador. Al no poder estar con los mejores en la general, no tiró la toalla, cambió de rol y ha demostrado que es uno de los mejores del mundo al llevarse tres etapas con exhibiciones y que es un corredor que no se conforma con nada.