La escenografía elegida por el equipo de Pedro Sánchez fue diferente ayer respecto a la que dispuso para el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en la jornada anterior. De una sala más grande y fría, y una charla con una mesa en medio que les separaba, se pasó a un espacio más pequeño con dos sillones contiguos. Había que exhibir cordialidad.

Con Aitor Esteban (PNV), uno de los socios preferentes de Sánchez, tuvo un gesto especial: esperaba en la sala también la ministra de Hacienda y número dos del PSOE, María Jesús Montero. Curioso: lo aguardaba con la carpeta con propuestas que le había entregado a Néstor Rego, del BNG, durante la reunión que mantuvieron a media mañana.

Que Montero estuviera presente (de las tres reuniones con partidos, solo ha estado en la de Esteban) fue un gesto hacia el PNV, uno de esos estudiados por el equipo de comunicación de Ferraz para hacer notar preferencias y gratitud con simbolismos.

Sin embargo, las cosas van muy despacio y así lo hizo saber Esteban en rueda de prensa: «Ha sido una reunión cordial, una charla general, que no quiere decir que no se hayan planteado cosas. Hemos dicho por dónde queremos avanzar. Pero hay que proseguir, hay que ir hablando y poniendo negro sobre blanco, y eso esperamos hacerlo en las próximas semanas».

«HASTA NOVIEMBRE, ¿NO?»

El portavoz jeltzale señaló que algún medio había publicado que «el PNV ha dado los votos, y esto no es así». En ese sentido, dejó claro: «Desde luego, tenemos voluntad de que pueda salir la investidura pero el acuerdo no está cerrado. Hemos apuntado por dónde podría ir la discusión y tendremos que ir hablando. Es un acuerdo complicado porque son necesarias muchas partes y todas ellas lo son sin falta. Requerirá generosidad por nuestra parte y por el partido que necesita ser investido».

Siempre adepto a las metáforas, Esteban añadió con ironía: «Prefiero guardar la ropa. Tenemos hasta finales de noviembre, ¿no?». También recordó que hasta el momento solo ha habido dos reuniones «en las que se hablaron cosas genéricas» y que esta vez se fueron acotando los temas.

Además, enfatizó que «es muy importante saber cómo se va a funcionar», porque, desde su punto de vista, «la experiencia del último tramo de la legislatura no fue nada satisfactoria». También señaló que si se acepta investir a este Gobierno, «negarle los presupuestos no tiene mucho sentido», y abogó por que las formaciones que acepten la investidura faciliten la aprobación del «instrumento» para gobernar.

Preguntado por GARA sobre si serán parte de la negociación cambios en la legislación de vivienda, apuntó que no tienen casi «líneas rojas, la única en esta campaña fue no votar con Vox», a lo que añadió que cree que las «soluciones apuntadas en esa ley no han sido buenas, además de la invasión de competencias». No obstante, llamó a trabajar para bajar los precios «exorbitantes» de los alquileres.

Pocos minutos después, el portavoz del Grupo Socialista, Patxi López, dio una breve rueda de prensa en la que aseguró que esta semana servirá para ir «poniendo el marco por donde van a ir las futuras negociaciones», y que «a partir de la semana que viene se empezará a ver como van yendo los acuerdos».