Los líderes indígenas australianos han pedido una semana de silencio después de que, «desgraciadamente», la mayoría de la población rechazara el reconocimiento constitucional de los Primeros Pueblos en el referéndum realizado el pasado sábado.

«El reconocimiento en la constitución de los descendientes de los propietarios originales y continuos de Australia habría sido un gran avance para los australianos», lamentaron los líderes indígenas australianos en una nota en la que describieron el resultado de la votación como «una amarga ironía».

En la declaración de los indígenas, que sí han apoyado el referéndum, se critica «que personas que solo han estado en el continente durante 235 años se nieguen a reconocer a aquellos cuyo hogar ha sido esta tierra durante 60.000 años o más», alegando que «está fuera de razón» y que «nunca estuvo en el don de estos recién llegados negar el reconocimiento a los verdaderos dueños de Australia».

En este sentido, las poblaciones originarias señalaron que «el referéndum era una oportunidad para que los recién llegados mostraran una gracia y una gratitud que les habían sido negadas durante mucho tiempo». Era una oportunidad, también, para que «reconocieran que el brutal despojo de nuestro pueblo respaldaba todas sus ventajas en este país», destacaron los aborígenes australianos.

Esta votación «era nuestra gran esperanza para lograr un cambio real para nuestras familias y comunidades», argumentaron en la nota, y aseguraron asimismo que su «profundo disgusto por este resultado» no disminuye en modo alguno su «orgullo y agradecimiento por la postura que tuvieron el valor moral de adoptar en esta causa ahora perdida».

EL 60% VOTÓ «NO»

Este pasado sábado, más del 60% de los australianos y australianas votaron no en un referéndum histórico, en el que se preguntaba a la ciudadanía del país si consideraban que debía modificarse la Constitución para reconocer y dar voz a las comunidades aborígenes mediante la creación de un organismo asesor indígena.