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Primer convoy humanitario en Gaza, donde el diluvio de bombas no cesa

Imagen aérea de los 20 camiones con ayuda humanitaria entrando a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah.
Imagen aérea de los 20 camiones con ayuda humanitaria entrando a Gaza a través del paso fronterizo de Rafah. (BELAL Al SABBAGH | AFP)

Tras una semana de intensas negociaciones que involucraron a EEUU, Israel, Egipto y la ONU, y aunque pueda considerarse como una «gota en el océano» ante la escala de la atrocidad que se vive en Gaza, ayer pudo entrar el primer convoy de 20 camiones de ayuda humanitaria desde que comenzó la guerra, lo cual fue un motivo de cierta esperanza en medio de bombardeos que siguen intensificándose. Solo transportaban medicamentos y alimentos, porque Israel sigue negándose a permitir la entrada de combustible.

Tras el paso de los primeros camiones de la Media Luna Roja Egipcia, responsable de entregar la ayuda de varias agencias de la ONU, el puesto fronterizo de Rafah volvió a cerrarse, a pesar de que numerosos organismos internacionales pidieran un acceso «sostenible e ininterrumpido» a Gaza. Mientras tanto, varios líderes mundiales asistían a una cumbre en El Cairo en busca de formas de reducir la escalada de la guerra, pero los analistas no esperan resultados importantes.

Sin embargo, la ayuda que recibieron ayer ofrecerá sólo un alivio muy limitado a los 2,3 millones de habitantes de Gaza, que se encuentran bajo fuego y sin apenas nada para comer o beber. Según el acuerdo, ayer sólo se permitió la entrada de 20 camiones, en forma de entrega de la Media Luna Roja egipcia a la organización de la Media Luna Roja palestina. Antes de dar luz verde a nuevos convoys, el gobierno israelí ha solicitado pruebas de que Hamas no confisca ni desvía la ayuda antes de autorizar nuevos envíos. Según dijo un funcionario de la ONU, «los procedimientos de verificación aún están en discusión». Las agencias de ayuda también están negociando con Israel para permitir que el combustible, esencial para los generadores de hospitales y el sistema de bombeo y desalinización de agua de Gaza, forme parte de los convoyes humanitarios.

HIRIENTE PARADOJA

El secretario general de la ONU, António Guterres, que el viernes visitó el paso de Rafah y ayer participó en la cumbre de El Cairo, afirmó que «el pueblo de Gaza necesita un compromiso para mucho, mucho más: una entrega continua de ayuda a gran escala». Y habló de la hiriente paradoja que pudo ver con sus propios ojos en Rafah: «una catástrofe humanitaria que se desarrolla en tiempo real; por un lado, vi cientos de camiones cargando alimentos y otros suministros esenciales. Por otro lado, sabemos que justo al otro lado de la frontera hay dos millones de personas, sin agua, alimentos, combustible, electricidad ni medicinas. Niños, madres, ancianos, enfermos. Camiones llenos por un lado, estómagos vacíos por el otro»

EEUU, por su parte, en palabras de su secretario de Estado, Antony Blinken, ha instado a todas las partes a mantener abierto el paso de Rafah para permitir que la ayuda siga llegando. Su apertura, dijo, fue el resultado de «días de compromiso diplomático exhaustivo de EEUU en la región» y advirtió que Hamás «no debe interferir con la prestación de esta asistencia vital».

Según Blinken, el paso de los 20 camiones habría sido posible gracias al «entendimiento alcanzado por el presidente Biden con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, durante su reciente e histórica a Israel». Y afirmó estar trabajando con urgencia con Egipto e Israel para facilitar que los estadounidenses y sus familiares directos puedan salir de Gaza «de una forma segura» a través de Egipto.

«TODOS TERRORISTAS»

Por otra parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, Espen Barth Eide, publicó una nota en la que afirmaba que «esto no puede continuar», haciendo referencia al reciente informe de Save the Children en el que se dice que un niño muere cada cuarto de horas en Gaza. El país nórdico afirmó que «estamos en medio de una profunda crisis que amenaza con convertirse en una crisis para el mundo entero» y anunció 15 millones de coronas adicionales destinadas a la ONU para su trabajo en Gaza. Criticó que algunas discusiones sobre la solución de dos estados se habían orientado hacia el mantenimiento del status quo, «necesitamos reiniciar y necesitamos pensar fuera de la caja. No es el momento de cortar el apoyo de las autoridades palestinas».

Mientras tanto, los bombardeos no conocen tregua ni pausas humanitarias. Al contrario, se intensificaron desde el norte hasta el sur de Gaza, incluso en la propia ciudad de Rafah, aunque se dejara circular al convoy humanitario. Mientras las víctimas mortales superan ya la cifra de 4.500, ambos bandos seguían cruzándose mensajes. Israel afirmó haber matado al comandante militar de Hamas para la ciudad de Gaza, mientras la organización palestina informó que «no negociará el destino de los cautivos del ejército israelí hasta que Israel ponga fin a su agresión».

Según testimonios de residentes de la ciudad de Gaza y de otros enclaves del norte, en medio de los «implacables» bombardeos que destruyeron completamente dos importantes torres residenciales de 11 plantas en la ciudad, la aviación israelí habría lanzado también folletos, e incluso recibieron llamadas telefónicas en sus móviles personales, diciéndoles que a partir de ahora todos los habitantes de ciudad serían considerados «terroristas y colaboradores del terrorismo» si no la evacuan de inmediato. El mensaje israelí parece claro y explícito: mientras estéis aquí, estáis en completo peligro de morir.



Qatar: mediación como especialidad de la casa

Qatar, aliado de EEUU, que ha instalado allí su comando militar regional (el CentCom), alberga la oficina política de Hamas, le apoya financiera y energéticamente, y tiene estrechas relaciones con Irán. Este rol de equilibrista lo convierte en un mediador privilegiado entre Israel y Hamas, en el «libertador de los rehenes». Esa escuela de diplomacia ha sido elevada al rango de arte por el pequeño emirato atrapado entre Arabia Saudí e Irán.

Patrocina a los Hermanos Musulmanes, distribuye los cheques y difunde su ideología por su canal de televisión Al Jazeera. Su arma no es el ejército, sino las finanzas. Y son poderosas: tiene el sexto ingreso per cápita más alto del mundo. Paga los salarios de los funcionarios de Hamas con 30 millones de dólares al mes, con la aprobación de Israel. A nivel diplomático, siempre se ha negado a calificar a Hamas de «organización terrorista».

Qatar tiene vínculos pragmáticos con Irán, en particular la cooperación en materia de gas, aunque no compartan la misma corriente islámica. Y aspira al estatus de «gran negociador regional», quitándoselo a Omán, que tradicionalmente ha jugado ese rol. GARA



Argentina negocia por sus rehenes con Hamas

Aunque tener una conexión fluida con Hamas en medio de la guerra es muy difícil, el Gobierno de Argentina está utilizando la misma vía que todos utilizan para llegar a la organización palestina: Turquía y Qatar. Ambos países son esenciales para Hamas, especialmente Qatar, de donde sale buena parte de su financiación.

La liberación de las dos rehenes estadounidenses, con la mediación de Qatar, ha abierto las puertas a la esperanza. Tras Israel, Argentina es el segundo país con más rehenes: 21. La mayoría vivía desde hace décadas en los numerosos kibutz, granjas colectivas, cercanas a Gaza. EEUU, por ejemplo, tiene 11 rehenes, y con la liberación de las dos mujeres, quedan 9. En los kibutz también trabajan muchos tailandeses, por lo que hay 17 de esa nacionalidad, de Gran Bretaña, 9; y del Estado francés, 7, entre otros. También se encuentra secuestrado el ciudadano vasco Iván Illarramendi con su pareja de origen chileno.

Según publican medios argentinos, ya ha habido un intercambio de mensajes entre su Gobierno y Hamas. Los observadores coinciden en que Argentina está bien vista por los palestinos. Entre otras cuestiones, porque no es un actor importante en el conflicto. Además, el emir de Qatar, Tamin bin Al Thani, es propietario de 4.500 hectáreas en el sur de Argentina. Estuvo en enero en Patagonia. Y, hace poco, Qatar le prestó a Argentina 770 millones de dólares para completar un pago al FMI. Según dicen en la Casa Rosada, hay comunicación casi diaria con los funcionarios qataríes por la cuestión de los rehenes.

El mayor problema es que Israel prepara una ofensiva terrestre y Hamas utilizará a los rehenes como carta de negociación. No faltan los que especulan con que EEUU, Egipto y Qatar tejieron la apertura del paso de Rafah, desde Egipto, para que entren camiones a Gaza con ayuda humanitaria. En ese marco, no es extraño que las dos primeras liberadas sean estadounidenses. GARA