Sare ha conseguido, una vez más, reunir a personalidades de todo tipo de áreas en torno a la reivindicación que lleva por bandera desde su formación: la defensa de los derechos de las presas y presos vascos. En una nueva etapa marcada por el fin de la dispersión y la continuidad de la política de excepción, decenas de personas han firmado el manifiesto “Konponbiderako giltzak” que presentaron muchas de ellas en un acto que tuvo lugar el sábado en Gernika.

Esta nueva dinámica es importante porque, según el periodista y guionista y productor de cine Oskar Bañuelos, «el tema de los derechos de los presos es un tema viejo, pero hay que analizarlo con una perspectiva nueva». Es uno de los muchos firmantes del documento, que subraya la importancia de la naturaleza plural de Sare y las dinámicas que impulsa: «El hilo conductor de toda la reivindicación es la pluralidad que existe en la sociedad».

Bañuelos aseguraba haberse encontrado en la presentación con gente de todo tipo, como deportistas o referentes del mundo de la cultura. Es un apoyo que la corredora de montaña Oihana Azkorbeitia considera que deben dar quienes son referentes en sus ámbitos, porque «puede hacer que la gente que nos sigue se identifique con lo que defendemos nosotras» apoyando la misma causa. Azkorbeitia habla de ello como si se tratara casi de un deber y asegura que hay gente «mucho más referente» que ella que debería también mostrar su apoyo.

Es algo que agradecen los familiares de las presas y presos vascos, que durante años han encabezado la lucha por sus derechos. Jose Angel Aramendi, padre de la presa Alaitz Aramendi, recibe el apoyo como un reconocimiento: «No sólo se ha castigado a las presas y presos a través de las condenas, también a sus familiares y entorno social, entonces que gente de todo tipo nos apoye nos da fuerza». Está seguro, además, de que puede ser un factor relevante en cuanto a ejercer presión sobre «los políticos que tienen la responsabilidad de encauzar este problema».

Aramendi sabe de primera mano que, si bien la dispersión es ahora un tema que ha quedado en el pasado, no lo es la política de excepción: «En algunos sectores el odio y la venganza siguen estando fuertes. Eso es algo que hay que desactivar y este es un paso en ese sentido».

Nagore Landa, del sindicato Steilas, cree necesario seguir mostrando su apoyo a este tipo de dinámicas, como ha venido haciendo el sindicato hasta el momento: «Hay que garantizar todos los derechos a todos los presos y presas, ese es el camino para la solución y a nosotros nos toca ser esas llaves».

QUEDAN PUERTAS POR ABRIR

También cuentan con apoyos en el mundo académico. La profesora de la UPV Arantxa Aldezabal ve más necesario que nunca seguir visibilizando las reivindicaciones que recoge el manifiesto, «lo que no necesitamos es que la sociedad se relaje, que piense que todo ha terminado». Y es que teme que siendo el tema de la regresión de grados más difícil de explicar a la sociedad, se cree la falsa percepción de que el problema ya no existe.

Bañuelos, sin embargo, confía en la capacidad de movilización que la sociedad vasca ha demostrado tener. Recuerda que, si Sare es plural, es precisamente porque nace de un deseo del conjunto de la sociedad: «Vamos a dejarnos de historias, los derechos de las presas y los presos son los de toda la sociedad, y su defensa también tiene que serlo».