Unas 3.600 personas participaron en las movilizaciones del último viernes de octubre organizadas por Etxerat, en las que se puso en valor el manifiesto “Llaves para la resolución”, presentado esta semana.

Según los datos recabados por Etxerat, estas son las cifras de las movilizaciones del viernes: Zegama, 18; Irurtzun, 30; Arrigorriaga, 50; Donostia, 130; Oiartzun, 32; Larrabetzu, 83; Tolosa, 85; Usurbil, 45; Markina-Xemein, 36; Lezo, 38; Barañain, 42; Iruñea, 79; Leioa, 52; Ugao, 56; Lizartza, 38; Zuia, 24; Lasarte-Oria, 105; Errenteria-Orereta, 76; Berriozar, 35; Gernika-Lumo, 56; Zestoa, 30; Otxandio, 62; Aulesti, 69; Bera, 25; Zegama, 16; Sopela, 12; Lazkao, 47; Algorta, 68; Hernani, 115; Urretxu-Zumarraga, 55; Bilbo, 115; Itzubaltzeta-Romo, 37; Beasain, 42; Busturia, 14; Villabona, 81; Ikaztegieta, 15; Deba, 48; Iurreta, 40; Zornotza, 37; Eibar, 39; Zarautz, 134; Bergara, 35; Elorrio, 67; Oñati, 65; Ibarra, 29; Santurtzi, 57; Muskiz, 11; Andoain, 35; Laudio, 26; Aretxabaleta, 43; Ondarroa, 101; Hendaia, 30; Baiona, 15; Itsasu, 20; Urruña, 10; Angelu, 10; Plentzia, 23; Ea, 48; Ordizia, 250; Urduliz, 11; Basauri, 28; Araitz Betelu, 25; Gasteiz, 210; Orozko, 18; Sopuerta, 26; Eskoriatza, 45; Portugalete, 38; Bermeo, 25; Legorreta, 31; Mendaro, 8; y en Ermua 51 personas.

AGLUTINAR Y EXPANDIR

Durante las movilizaciones se recordó que “Llaves para la resolución” nace con vocación de «aglutinar y expandir el trabajo en defensa de los derechos de los presos, exiliados y deportados vascos», y se destacó que su presentación reunió a «una notable representación de agentes políticos, sindicales y sociales, junto a ciudadanía relevante de Euskal Herria, comprometida con el objetivo de poner fin a la excepcionalidad y de que se aplique de una vez a las y los presos vascos una política penitenciaria ordinaria, para continuar abriendo el camino de regreso a casa».

Y ahora, apuntaron, ese manifiesto «está ya en todos los pueblos y barrios» de modo que «somos todas nosotras y nosotros quienes deberíamos difundir este mensaje».

Tras pedir que «no se empeñe nadie en hacer eslóganes con la mentira» pues «no hay privilegios para las y los presos vascos» y «todos y todas han cumplido muchos años de cárcel, buena parte de sus condenas», desde Etxerat recordaron que «ninguna ley dice que no se les pueda aplicar otras formas de cumplimiento fuera de los muros de las prisiones. Son sus derechos».

Explicaron, al respecto, que «las presas y presos vascos no ven computados los años de privación de libertad cumplidos en el Estado francés porque «sigue intacta la ley 7/2014»; que se mantiene «la competencia de las progresiones de grado y/o permisos de los presos vascos en la Audiencia Nacional, en detrimento de los juzgados naturales»; y que sigue también la ley 7/2003, de la época de Aznar; la cadena perpetua encubierta».