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ROMA

2023 está siendo el año más mortífero del último lustro en el Mediterráneo

Médicos Sin Fronteras ha alertado de la muerte de cerca de 2.200 personas en la ruta migratoria mediterránea en 2023, el año más mortífero desde 2017. El informe «Nadie vino a rescatarnos» pone el foco sobre las políticas migratorias de la UE y en especial de Italia y Malta. Han recogido el testimonio de más de 3.600 supervivientes.

Rescate realizado por el Geo Barents en julio de este año.
Rescate realizado por el Geo Barents en julio de este año. (MÉDICOS SIN FRONTERAS)

La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) alerta de que algunos de los países europeos de la costa mediterránea «han provocado más muertes» de migrantes en el mar con sus «prácticas fronterizas violentas y la inacción deliberada».

La organización humanitaria, en base a datos recogidos a bordo del barco de rescate Geo Barents, ha documentado numerosos casos en los que los Estados europeos costeros ponen «conscientemente» en peligro la vida de las personas.

Así se desprende del informe “Nadie vino a rescatarnos”, en el que denuncia que a lo largo de 2023 se ha registrado la muerte de cerca de 2.200 personas en la ruta migratoria del Mediterráneo, el año más mortífero desde el 2017.

Según la ONG, en ocasiones los países mediterráneos retrasan o no coordinan eficazmente los rescates, a la par que facilitan las devoluciones de personas migrantes a lugares inseguros, en una ruta con niveles «extremos» de violencia.

INDIFERENCIA

A la hora de explicar la situación en esta ruta, MSF alude, en primer lugar, a las políticas y leyes aplicadas tanto por la UE como por sus Estados miembros, a los que la organización acusa de ser «indiferentes al inmenso sufrimiento que se está produciendo a sus puertas». «Han seguido invirtiendo en políticas, leyes y prácticas migratorias que muestran poca a ninguna consideración por el coste humanitario», denuncia.

MSF señala directamente a Italia, por «obstruir las actividades de salvamento dirigidas en el mar», dejando tras de si «consecuencias mortales». En los nueve primeros meses de 2023, las autoridades italianas detuvieron a seis buques de rescate de ONG, sumando más de cinco meses en los que estos barcos no pudieron evitar muertes, además de asignarles puertos lejanos, obligando en ocasiones a recorrer largas distancias, de hasta 70 días de navegación, para llegar a puerto.

Por otro lado, la ONG remarca que cerca de un 24% de las embarcaciones que logró socorrer en 2022 habían sido avistadas desde el puente de mando del buque. Debido a la obligación de retornar a puerto tras cada rescate, el avistamiento desde el propio buque se ha visto reducida «drásticamente» en 2023.

MSF también apunta las políticas migratorias de Malta, por haberse «desentendido sistemáticamente de los rescates». «Entre enero y septiembre, MSF realizó 33 rescates dentro de la región. Ninguno de ellos fue coordinado por las autoridades responsables», relata la ONG, que en junio documentó una muerte como «resultado directo» de la decisión de La Valeta de no prestar asistencia en el mar.

RUTAS MIGRATORIAS VIOLENTAS

Además de las políticas de los países europeos, MSF apunta a la peligrosidad de las propias rutas migratorias para explicar esta cifra récord de migrantes muertos en el Mediterráneo. La ONG ha recogido el testimonio de más de 3.600 supervivientes rescatados por el Geo Barents.

Estas personas denuncian problemas de salud relacionados con la travesía, como quemaduras por combustible, intoxicación por inhalación de carburante, hipotermia o deshidratación. Otros relatan que sufrieron problemas relacionados con las condiciones de vida durante su cautiverio en Libia, como infecciones cutáneas y heridas no tratadas. Cerca de 280 pacientes presentaban graves traumas relacionados con la violencia, cicatrices de heridas de bala o palizas, embarazos no deseados causados por violencia sexual y «niveles preocupantes de angustia psicológica».