Aingeru CANO, Fermín RODRÍGUEZ, Francisco Javier IZURA*
KOLABORAZIOA

Hartazgo

La noche del 21 al 22 de noviembre fue sustraída la foto que recuerda a José Luis Cano en el sitio donde lo asesinó un miembro de la Policía Armada allá por marzo de 1977. Es un sencillo homenaje y recordatorio a una víctima de la violencia del Estado, compuesto por una foto de José Luis, una discreta placa con su nombre y la fecha de su asesinato, no parece gran cosa, pero para muchas personas nos es importante. Recuerda lo que de ninguna forma se debe olvidar, un hecho importante en la historia de esta ciudad y en el relato de la violencia de esta tierra que algunas personas desean borrar de la memoria colectiva.

No es la primera vez que hay agresiones a los monumentos que recuerdan una violencia que estuvo muy presente y, por desgracia, parece que no será la última.

Nos pueden argumentar que ha sido una chiquillada o una gamberrada de alguna cuadrilla empapada en alcohol y que no tiene mayor importancia. No nos parece un planteamiento correcto. En el fondo de estas acciones se esconden el rencor y el odio. Algunas víctimas ni siquiera tienen un sitio donde homenajear a sus muertos, pero todas y todos sentimos las agresiones como si las hicieran a nuestros lugares de recuerdo.

Quienes firmamos esta carta, familiares de personas asesinadas por la violencia del Estado, queremos manifestar nuestro hartazgo por estas acciones que solo están encaminadas a amplificar nuestro dolor y que hacen flaco favor a la convivencia y a la superación de un conflicto.

A la impunidad que acompaña a la gran mayoría de nuestros casos hay que añadir, también, los silencios y la inacción de autoridades e instituciones. Muchos de estos lugares de memoria están localizados en zonas de gran vigilancia por cámaras policiales o de tráfico. Cámaras que nunca funcionan para estas cosas pero sí para otras.

Algunos de estos sitios están declarados oficialmente como «lugares de memoria» otros son simplemente un pequeño recuerdo, pero todos tienen detrás una historia trágica donde hay personas y sentimientos.

En breve repondremos la fotografía de José Luis y lo haremos todas las veces que haga falta. A quienes se dedican a atentar contra lugares de memoria decirles que siempre vamos a reponer, reparar, restaurar nuestros lugares y que de ninguna forma conseguirán borrar nuestro pasado y nuestro afán de que nuestro relato no quede en el olvido.

*Firmantes: Aingeru Cano Pérez, Fermín Rodríguez Saiz, Francisco Javier Izura Sanz, Txaro Arregi Marín, Aitziber Berrueta Mañas, Nerea Zabala Salegi, Begoña Castillo Furtado, Karlos Delás Aizkorbe, Begoña Zabaltza Gárate, Idoia Zabaltza Gárate, Arantxa Yoldi Martinez, Eneko Etxeberria Álvarez y Argiñe Salanueva Beldarrain