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ÁMSTERDAM

Primer revés para Wilders en busca de una coalición de Gobierno

Las negociaciones para formar una coalición de Gobierno en Países Bajos, tras la victoria electoral de la extrema derecha de Geert Wilders, se encuentran estancadas desde ayer tras la dimisión, acusado de fraude, del encargado de dirigirlas.

Geert Wilders habla con la prensa.
Geert Wilders habla con la prensa. (Robin VAN LONKHUIJSEN | AFP)

El político nombrado por el partido de extrema derecha PVV, ganador de las elecciones en Países Bajos, para explorar posibilidades de formar Gobierno, el senador ultra Gom van Strien, dimitió ayer, tres días después de ser nombrado y poco antes de comenzar la primera reunión con los partidos, tras ser acusado de fraude en su antigua empresa.

El diario neerlandés “NRC” escribió el domingo que un antiguo empleador de Van Strien, Utrecht Holdings, empresa filial de la Universidad de Utrecht y el hospital universitario UCM Utrecht, había presentado una denuncia por «irregularidades que involucraban a tres (ex) empleados», uno de ellos es el senador, que fue su director hasta 2009.

Van Strien denunció que las acusaciones en su contra son «infundadas», pero consideró que el «malestar surgido» le obligaba a dejar el cargo lo «inmediatamente».

El senador fue designado el viernes por Wilders, líder del PVV, con la aprobación de la mayoría de los partidos que tuvieron los mejores resultados en las elecciones del miércoles, para hacerse cargo de la primera fase de formación de Gobierno, que consiste en mantener conversaciones con diferentes partidos para explorar el terreno y elaborar un informe sobre posibles coaliciones, antes de iniciar las verdaderas negociaciones.

Esta polémica constituye un revés para Wilders y su Partido de la Libertad (PVV), vencedor, para sorpresa de todos, en los comicios tras obtener 37 de los 150 escaños de la Cámara Baja del Parlamento, mientras los líderes europeos observan de cerca sus intentos para lograr formar un Gobierno con socios que desconfían de su virulenta postura contra el islam, la inmigración y la Unión Europea.

«Este no es el comienzo con el que soñaba», admitió el líder ultraderechista, que se mostró, sin embargo, optimista y confió en que las negociaciones para formar un Ejecutivo de coalición podrían concluir en «tres semanas». Dijo que estaba pensando en un nuevo negociador «con más distancia de la política» y añadió que su nombramiento podría tener lugar hoy.

Los medios neerlandeses informaron de que Ronald Plasterk, exministro de Educación del Partido Laborista, había sido seleccionado para el puesto. Una designación con la que Wilders pretende dar una imagen más moderada.

Tras las elecciones, Wilders abogó por una coalición de Gobierno con el democristiano NSC de Pieter Omtzigt (20 escaños), el derechista partido de los campesinos BBB (7 escaños) y el liberal de derechas VVD de Dilan Yeşilgöz (24 escaños).

Yeşilgöz declinó estar en una posible coalición, pero dijo estar dispuesto a apoyar un eventual Gobierno de centro-derecha formado por PVV, NSC y BBB. Sin embargo, su posición es discutida en el seno de su partido, que perdió 10 escaños en estas elecciones.