Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
NO, NO QUIERO

La tragedia de los matrimonios forzados

El documental “No, no quiero” se revela como un lúcido y conmovedor retrato social y humano que desentraña las crudas realidades de los matrimonios forzados a través de las experiencias personales de Amy, Aya, Jamila y María, protagonistas que se convierten en testigos de primera mano no silentes, cada una tejiendo un relato desgarrador de una práctica que persiste en pleno siglo XXI.

La directora Belén Santos -que en 2011 estrenó el documental “Los dioses de verdad tienen huesos”, sobre la lucha de una ONG para operar en Europa a niños enfermos de Guinea Bissau- compone un doloroso testimonio visual tanto detrás de la cámara como en la escritura de un guion que explora las implicaciones legales y sociales de los matrimonios forzados a la luz del artículo 172 bis del Código Penal del Estado español. Por su parte, el montaje entrelaza los relatos de las protagonistas de manera fluida y respetuosa, permitiendo que sus voces se eleven sin obstáculos.

TRADICIONES ARRAIGADAS

A lo largo del metraje, se nos recuerda que los matrimonios forzados trascienden las fronteras culturales y geográficas y no solo arroja luz sobre las tradiciones arraigadas, sino que también destaca cómo estas prácticas siguen a las comunidades incluso cuando migran a tierras supuestamente más progresistas.

En sus testimonios, las protagonistas revelan ante la cámara las consecuencias físicas y sicológicas que han sufrido, dejándolas vulnerables ante una violencia machista. “No, no quiero” no solo es un documental, sino un acto de resistencia que desafía la complacencia de la sociedad frente a esta forma de abuso. A través de testimonios íntimos y una realización notable, la película invita al espetador a confrontar una realidad incómoda y urgente.