La Real cerró la semana sin ganar ninguno de sus dos partidos, a pesar de buscar la victoria desde el inicio hasta el final en campo rival otra vez. Ya no es que infunda respeto, como dijo Imanol tras ver que el Salzburgo había renunciado a su forma de jugar habitual para centrarse en defender a sus menos habituales, es casi miedo lo que transmiten los técnicos visitantes para poder sacar un punto, que se concretó en un 72% de posesión de balón realista.

Como hizo Struber el miércoles, Jagoba Arrasate encomendó a su media punta la principal misión de controlar a Zubimendi en lugar de pedirle que se centrara en tareas ofensivas y además la Real tuvo que superar una línea defensiva de cinco y otra de tres centrocampistas por delante. Así es difícil encontrar fisuras. Lo más importante es que ante ese respeto y conservadurismo rival, la Real demuestra ambición e inconformismo, pero solo encontró el premio en un golazo de Sadiq muy similar al logrado ante el Sevilla al recibir un balón muy lejos de la portería e iniciar una jugada individual que culminó con otro gran disparo desde fuera del área. Además tuvo otras dos buenas opciones en el primer tiempo y demuestra que tiene la portería metida entre ceja y ceja.

Su gol fue el aspecto positivo para la Real en una noche que se complicó de salida en una acción en la que Budimir ganó la acción a tres defensas y con la lesión de Barrenetxea. Take Kubo no está tan acertado como al comienzo de Liga y eso dificultó superar el planteamiento de Jagoba Arrasate y seguir el ritmo de puntuación del Girona, que queda ya a doce puntos y complica las opciones de repetir clasificación para la Champions, y del Athletic, que queda ahora a dos. El Betis también puede superar a la Real hoy si gana en Almería y dejarla momentáneamente fuera de las plazas europeas.

Y eso que Imanol priorizó el partido de Liga de Osasuna al de Champions al alinear el mismo once que ganó al Sevilla con la única novedad de los primeros minutos de Tierney tras superar su lesión. También André Silva volvió a jugar tras recuperarse de la suya, pero el portugués no tuvo opciones para estrenar su casillero. El planteamiento defensivo de Jagoba Arrasate se impuso a la ambición de Imanol.