Los directores Javier Martínez y Christian Garner regresan para dirigir las peripecias de los Momonsters en su primera incursión en la gran pantalla. La transición de episodios de seis minutos a un largometraje de más de una hora se hace evidente, pero se mantienen fieles al espíritu original de la serie televisiva. Aunque no destaca por su brillantez u originalidad, esta modesta propuesta se presenta como un producto diseñado especialmente para los más pequeños.

La duración de la película no resulta excesiva y mantiene un tono amable, intercalado con gags cómicos. Resalta valores como la importancia de preservar la naturaleza, la amistad y el papel crucial de la curiosidad en el aprendizaje. Curiosamente, la trama se desarrolla sin la presencia de niños y elimina la interacción con el público, una decisión que evita posibles tedios.

Siguiendo la línea de la serie, los personajes coloridos y constantemente alegres, aprenden a realizar actividades adaptadas a las capacidades de su audiencia más joven. Entre palabras mal pronunciadas, escenarios llamativos y una banda sonora infantil, asoman secuencias en las que se dan cita cuestiones sobre la valentía, la inteligencia, la responsabilidad y el compañerismo. ‘‘Momonsters: La película” narra las peripecias de Haha, Hehe, Hihi, Hoho y Huhu mientras finalizan sus clases en la Academia Momonsters y se preparan para vivir nuevas experiencias en sus vacaciones de verano en un campamento al aire libre. La trama se complica al descubrir el diario de una campista que asegura la existencia de un gran tesoro oculto en el bosque. La película incide de manera clara en cuestiones didácticas como la importancia de mantener limpio el entorno natural y cuidar de los animales, rescatando la antigua fórmula de narrar historias a la luz de una hoguera.