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LONDRES

Sunak supera «in extremis» un primer paso para su plan de enviar migrantes a Rwanda

El primer ministro británico, Rishi Sunak, salvó la votación en el Parlamento de su proyecto de ley para deportar a inmigrantes a Rwanda pese a la abstención de miembros del ala más derechista de su propio Partido Conservador, que aún anuncian mayor presión para endurecer un texto que ya indigna a defensores de derechos humanos.

El primer ministro británico, Rishi Sunak.
El primer ministro británico, Rishi Sunak. (James MANNING | AFP)

El primer ministro británico, Rishi Sunak, consiguió mantener vivo en el Parlamento su proyecto de ley para deportar a inmigrantes indocumentados a Rwanda pese a la abstención de miembros del ala dura de su propio Partido Conservador.

El proyecto consiguió el apoyo en segunda lectura de 313 diputados en la Cámara de los Comunes frente a 269 que lo rechazaron, pero todavía se enfrenta a un duro camino para su aprobación final, que se considera decisiva para el futuro político de Sunak.

La mayoría de 44 votos, más amplia de lo que se preveía después de que cinco grupos del ala derechista de los tories anunciaran que se abstendrían, permite a Sunak no convertirse en el primer jefe de Gobierno que pierde una votación en segunda lectura desde 1986.

El primer ministro se reunió previamente con los diputados críticos y reaccionó a la victoria afirmando que «los británicos deben decidir quién puede venir a este país, no las bandas criminales ni los tribunales extranjeros», por lo que defendió que su plan se convierta en ley para «que salgan los vuelos a Rwanda y frenar las pateras». El proyecto de ley -publicitado por el Ejecutivo como la pieza legislativa «más dura contra la inmigración» de la historia británica y criticado por defensores de derechos humanos- tiene el objetivo de que los tribunales no puedan frenar los vuelos a Rwanda para expulsar a inmigrantes que entraron ilegalmente en el país. Sin embargo, para la facción más derechista del partido, que impulsó el Brexit, el texto todavía se queda corto y debería ir más lejos para impedir a los solicitantes de asilo recurrir su expulsión ante la Justicia.

El líder del European Research Group, Mark Francois, avanzó que su grupo se abstendría pero que negociará con el Gobierno para endurecerla antes de su votación en tercera lectura, «reservándose el derecho» de votar en contra en la próxima ocasión, que será ya probablemente en enero.

En este sector preocupa que la Justicia pueda de nuevo rechazar el texto y en Londres esperan futuras decisiones del Tribunal Europeo de Derechos Humano, que ya dictó en junio unas primeras medidas cautelares. El Tribunal Supremo ya tumbó en noviembre un proyecto similar.

El líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, favorito en los sondeos, ya ha avisado de que su partido derogará la ley si gobierna tras las próximas elecciones.