Arturo PUENTE
Periodista
JOPUNTUA

Dejar de pagar fantas

El Congreso dio esta semana luz verde a la tramitación de la Ley de Amnistía. Muchos han señalado que puede ser la primera piedra de una legislatura plurinacional. El PSOE y Pedro Sánchez han preferido explicarse usando la frase de «hacer de la necesidad virtud». La necesidad son los votos de un bloque heterogéneo que requiere el Gobierno. Y la virtud, aducen, es la capacidad del PSOE para adaptarse a esa nueva realidad, desdiciéndose en muchos casos de sus propios postulados, para poder gobernar.

Que Sánchez está dispuesto a contrariarse a sí mismo para mantenerse en la Moncloa es algo sabido. La clave para comprobar si efectivamente esta será una legislatura de avances en el plano descentralizador no es tanto la necesidad, ni siquiera la virtud, sino el convencimiento. Y en esto, hay indicios de que el PSOE ha podido entender alguna cosa de fondo sobre el escenario real en el que está. Por ejemplo, que la derecha no va a darle tregua hasta que pueda exhibir su cadaver, independientemente de lo que él haga ya. El caso de Iruñea y la moción de censura a UPN es tan elocuente que casi podría tomarse como la inauguración de un nuevo ciclo. Sánchez ha tenido que elegir entre dar la alcaldía a EH Bildu y que la derecha diga que está vendido a ETA, o dejar la alcaldía a UPN y que la derecha siga diciendo que está vendido a ETA. Porque eso es lo único que puede hacer un PP presionado por Vox y que está condenado a embestir tanto al Sánchez que eligió a Marlaska y trató de pactar con C’s como al Sánchez que opta por Puente y se entiende con los independentistas.

Algo parece haberse movido en el PSOE desde la última campaña electoral. Es evidente que los socialistas son un partido de Estado y no van a traicionar a sus padres del 78. Pero Sánchez sí se ha desacomplejado ante una derecha que ladra mucho pero que a la hora de la verdad no da la talla electoral. Por eso en la Moncloa han decidido que es hora de dejar de pagarle fantas al PP, sea en Iruñea, en el ámbito de los medios o en el judicial. Y esto es, desde luego, una oportunidad para el bloque de izquierdas y soberanista.