Natxo MATXIN
ATHLETIC

Exhibición de muchos kilates para barrer al tercer clasificado

Los leones se suman a la fiesta obsequiando a su afición con todo un partidazo ante el Atlético, al que superaron en todas las facetas del juego. Guruzeta adelantó a los locales en el 51 y Nico Williams le puso la guinda al pastel con un golazo en el 64.

Un exhultante Nico Williams después de anotar un auténtico golazo en el minuto 64.
Un exhultante Nico Williams después de anotar un auténtico golazo en el minuto 64. (Aritz LOIOLA | FOKU)

El Athletic le puso la guinda al pastel festivo obsequiando a su afición con una exhibición de fútbol ante el Atlético, tercer clasificado, al que ahora tiene a solo dos puntos en la tabla. Los pupilos de Ernesto Valverde superaron en todas las facetas a los colchoneros a base de un gran desgaste físico que les permitió robar muy arriba, salir rápido y golpear a su rival en combinaciones con solo dos o tres toques.

Si la escuadra vizcaina mantiene este vertiginoso nivel y afina su puntería para encarrilar antes los partidos, no cabe duda de que va a poder codearse durante la segunda vuelta con los conjuntos más potentes del torneo liguero. El equipo ha encontrado además savia nueva en Lezama -Paredes y Prados, ayer- para reemplazar con solvencia a compañeros hasta ahora insustituibles y que pasan por una fase de problemas físicos.

Su aportación resultó clave, pero lo que definitivamente marcó la diferencia para que los tres puntos se quedasen en Bilbo fue la calidad de Herrera, el olfato goleador de Guruzeta y especialmente el vértigo y desborde que le pusieron los hermanos Williams en las arrancadas que realizaron cada vez que el contrincante cometió un error en su circulación de balón.

Ese momento dulce les llevó a pasar por encima de un adversario que, si bien es cierto que baja bastantes enteros lejos de su feudo, entra en las quinielas por la disputa del título liguero. Los de Simeone se pudieron llevar un severo correctivo de San Mamés si el punto de mira de los leones hubiese estado un poco más atinado durante la primera parte.

PENALTI ERRADO

Una pena máxima fallada, dos disparos repelidos por los palos y otras tantas interven- ciones salvadoras de Oblak. Ese fue el compendio de méritos acumulados por el Athletic durante un primer periodo en el que solo faltó el acierto para lograr la debida recompensa al intenso esfuerzo físico realizado sobre el césped.

Sin haber transcurrido cinco minutos de juego, el guardameta esloveno ya tuvo que emplearse a fondo en un tiro con marchamo de gol de Guruzeta y antes de llegar al cuarto de hora, un latigazo de Iñaki Williams lo repelió el poste, el primero de la tarde.

No quedó ahí la cosa. Nico volvió a probar la buena colocación de Oblak en el 22, pero disparó al muñeco, y en el 35 el pequeño de los Williams se fabricó un penalti en el que entró al trapo el poco rodado Soyuncu. La pena máxima la lanzó un Oihan Sancet que estuvo presente, bien como asistente, bien como ejecutor, en casi todos los lances ofensivos de estos primeros cuarenta y cinco minutos.

El navarro intentó afinar más de la cuenta y, por ajustar a la escuadra, el balón se le marchó arriba. El Athletic no lo acusó y siguió a la carga. Nico insistió con un derechazo roscado que volvió a escupir el palo (m.41) y el propio Sancet se sacó un chut desde la media luna que, por su efecto, no encontró portería (m.43).

LLEGA EL ACIERTO

Arribó el descanso sin recompensa y más de uno se planteó si no sería otro partido de esos en los que el esfuerzo no solo no obtiene sus frutos, sino que acabas penalizado por el rival. No fue el caso. Esos fantasmas los ahuyentó de un plumazo la visión telescópica de Herrera para ponerle un servicio medido a un Guruzeta muy bien desmarcado en el segundo palo para superar por bajo al meta esloveno en el minuto 51.

Y el envite lo acabó de cerrar el MVP Nico con una jugada individual en el 64, con recorte y posterior zurdazo buscando la escuadra. Tocó a partir de ahí ponerse el buzo de trabajo y Unai Simón hacerse grande bajo palos ante dos llegadas de Llorente, pero fue Iñaki quien pudo marcar el tercero (m.68), que sacó el guante de Oblak. Felicidad total en San Mamés por disfrutar de un gran espectáculo futbolístico de los anfitriones.