GARA
BRUSELAS
POLÍTICA MIGRATORIA DE LA UE

Acuerdo con un mayor control de fronteras y «solidaridad a la carta»

Después de una década de disputas, los negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo cerraron ayer un acuerdo sobre el Pacto de Migración y Asilo que establecerá un mayor control de las fronteras exteriores de la UE, impulsará la deportación de quienes vean rechazada su solicitud y ofrecerá a los Gobiernos una «solidaridad a la carta» para eludir la acogida de personas.

Una embarcación con decenas de personas migrantes llega al puerto de La Restiga, en Hierro.
Una embarcación con decenas de personas migrantes llega al puerto de La Restiga, en Hierro. (AFP)

El acuerdo sobre el Pacto de Migración y Asilo, que reformará la política común de la Unión Europea (UE) y con el que los Veintisiete pretenden dotarse de un mecanismo para responder a las necesidades en este ámbito, prioriza el refuerzo del control de las fronteras exteriores del bloque y ofrecerá a los Gobiernos una «solidaridad a la carta», que les permitirá eludir la acogida de parte de las personas reubicadas con alternativas como el pago de una compensación por traslado rechazado.

Tras una madrugada de negociaciones llegó el acuerdo sobre los expedientes que forman el Pacto y que abarcan todo el proceso, incluido el refuerzo del control fronterizo y la identificación de los migrantes hasta que se resuelve cada expediente con la concesión del asilo o la expulsión.

Las nuevas reglas, que necesitan el visto bueno de la Eurocámara y de los Veintisiete para ser adoptadas formalmente, ponen fin a años de negociaciones para consensuar un equilibrio entre la «solidaridad» con los países en primera línea, como el Estado español, Italia y Grecia, y la «responsabilidad» que les reclaman otros socios con miedo a los movimientos secundarios.

La solución que han encontrado es un mecanismo de «solidaridad flexible», que obligará a los Veintisiete a responder ante un socio desbordado con la llegada de migrantes, bien reubicando en su territorio a parte de las personas llegadas o bien pagando una compensación tasada por cada migrante que rechace.

El objetivo es trasladar a al menos 30.000 personas cada año, pero los países podrán negarse a recibir a parte de ellas a cambio de una compensación de 20.000 euros por cada traslado rechazado o de medios o fondos por valor equivalente. El modelo de solidaridad «a la carta» también se aplicará al mecanismo de crisis o fuerza mayor.

Entre los principales escollos que han retrasado el acuerdo estaban las salvaguardas para los colectivos más vulnerables, incluidos menores no acompañados y familias, en los procedimientos acelerados en frontera que incluirán deportaciones rápidas para quienes no reciban el estatus de asilo y procedan de países considerados seguros.



ONG: Socava el asilo y los DDHH

Diversas ONG que trabajan en defensa de los derechos de las personas migrantes -CEAR, Accem, Save The Children, Médicos sin Fronteras (MSF) y Oxfam Intermón- reprobaron ayer el acuerdo alcanzado sobre el pacto migratorio europeo, impulsado por la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea (UE), al considerar que este pacto centrado en la seguridad supone un «retroceso en los derechos humanos y en materia de asilo» y que responde a la «falta de voluntad» de Europa para compartir la riqueza. Medio centenar, entre ellas Amnistía Internacional, Oxfam, Caritas y Save the Children, habían escrito el lunes una carta abierta a los negociadores para alertarlos sobre el riesgo de acabar teniendo «un sistema mal diseñado, costoso y cruel».

Para MSF, el acuerdo alcanzado «no es una solución» a la crisis migratoria que vive Europea y pidió a los líderes de la UE que «prioricen la seguridad de las personas que buscan refugio». Donde las autoridades europeas y varios socios ven algo «histórico», MSF ve «simplemente la continuación e intensificación de las políticas de contención y disuasión, con el rechazo arbitrario en las fronteras y las expulsiones como núcleo».

ONG como Sea-Watch y SOS Humanity, implicadas en tareas de rescate de personas migrantes en el Mediterráneo, advirtieron de que «no hay una sola vida que se salvará por la decisión de hoy (...). Este acuerdo representa un fracaso histórico y un homenaje a los partidos de la derecha europea».GARA