El equipo de fútbol de Samoa Americana se volvió el centro de atención a nivel mundial después de su desgarradora derrota ante Australia por treinta y un goles a cero. Dos décadas después, un entrenador en apuros, encarnado por el siempre divertido Michael Fassbender, es asignado con la misión de enderezar el desastroso rumbo del equipo. Sin embargo, su objetivo no es ganar partidos ni clasificarse para el mundial, metas que resultan demasiado ambiciosas; su única meta es que logren anotar un solo gol.

Taika Waititi, el director de la película, ha creado una comedia entrañable y divertida que rompe con la narrativa convencional de los triunfos deportivos para celebrar algo poco reconocido en este ámbito: el placer de jugar por diversión, en compañía de amigos y familia.

La película narra el caótico encuentro entre un equipo humillado y un entrenador desilusionado. Por un lado, el estadounidense acepta a regañadientes su destino, con una dosis de arrogancia, desembarcando en un paraje exótico para presenciar cómo su vida cambia progresivamente. Por otro lado, el equipo deposita todo su entusiasmo en este extraño recién llegado. Así, se inicia un proceso de reestructuración en los jugadores.

El guion, producto de la colaboración entre el cineasta e Iain Morris, es sencillo pero efectivo. La película se presenta como una historia de superación que enfatiza la importancia de la disciplina y el enfoque en los objetivos. “El peor equipo del mundo” sigue el estilo distintivo de su creador, firmante de la más que notable “Jojo Rabbit”. Uno de los grandes aciertos de la película es que explora con alegría y emoción las dudas y miedos que albergan sus protagonistas.