Asier VERA
CIUDAD DE GUATEMALA
Entrevue
Edgar TUY
Síndico de la municipalidad indígena de Sololá del pueblo kaqchikel

«Si impiden la presidencia de Arévalo, es muy probable un estallido social»

Autoridades indígenas llevan más de noventa días de «resistencia» en defensa de la democracia frente a la sede de la Fiscalía en Ciudad de Guatemala. Desde el 2 de octubre, exigen la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, a quien tachan de «golpista» por perseguir al presidente electo, Bernardo Arévalo.

(FOTOGRAFÍAS: Asier VERA SANTAMARÍA)

¿Qué es lo que están reivindicando desde hace tres meses?

La población de Guatemala ha salido a manifestarse de forma pacífica en las calles en contra de la parcialización de la Justicia que motiva un golpe de Estado. Exige que haya democracia y que se materialice en la transición de poder el 14 de enero de 2024 en las instituciones del Estado porque quienes fueron electos deben asumir el cambio. El Ministerio Público quiere anular las elecciones, lo que genera más incertidumbre, cuando ni siquiera tiene la facultad para pedir la anulación de un proceso electoral ni la competencia para decidir si los comicios fueron o no legítimos.

¿Hasta cuándo se van a manifestar frente al Ministerio Público?

Hasta que el 14 de enero se produzca la transición estaremos exigiendo todos los días la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras; del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad, Rafael Curruchiche; la fiscal Cinthia Monterroso y el juez séptimo Fredy Orellana. [Han liderado la persecución judicial contra el Movimiento Semilla y Bernardo Arévalo pidiendo la suspensión jurídica del partido desde que se oficializaran los resultados de las elecciones del 25 de junio y el 20 de agosto].

¿Consideran que desde la Fiscalía se piensa que ustedes simplemente se manifiestan en apoyo a Bernardo Arévalo?

Hemos manifestado desde los primeros días que no estamos precisamente a favor de un político, ni de una persona en particular, sino de lo que representa Bernardo Arévalo, que es el cambio de poder y, por tanto, la materialización de la democracia en Guatemala. Lo que apoyamos es que realmente haya transición y si, en su momento, el presidente electo no cumple con las demandas y exigencias de la población, entonces también la gente saldrá y exigirá lo que tenga que exigir. Es decir, no es una carta abierta para él, ni un respaldo absoluto.

¿Se han sentido solos en esta defensa de la democracia sin el apoyo mayoritario del resto de la población?

Esta lucha no es de nosotros, ni de una persona o de un pueblo particular, sino de todos los guatemaltecos que tenemos la obligación de defender la democracia en Guatemala y eso está en la Constitución. Los otros guatemaltecos tal vez no se personan todos los días aquí porque, de una u otra manera, tienen razones para no venir por su trabajo y horarios laborales. Sin embargo, si llegan a declararse nulas las elecciones, todos saldremos a un paro nacional y vamos a paralizar la economía de Guatemala hasta sacar a estos funcionarios.

¿Podría haber otro conflicto armado si se impidieran la toma de posesión de Bernardo Arévalo como presidente?

Es muy probable un estallido social porque la población está cansada. Llevamos más de 90 días y la población quiere venir y sacar a estas personas ya del puesto y dejar a alguien más. No estamos diciendo que el Ministerio Público como institución no funcione, sino que la persona que lo dirige ha dejado de funcionar y de darle a esa institución su razón de ser, y le ha hecho perder su credibilidad, lo que genera mucha inestabilidad en el ámbito de la Justicia.

¿Si asume el presidente, pero la fiscal general sigue en el cargo, ustedes van a seguir manifestándose?

Nosotros ya hemos dicho que no nos podemos retirar hasta que veamos la transición el 14 de enero. A partir de ese momento, ya será otro escenario y serán otros actores los que realmente van a estar. Como población, cumpliremos el papel que nos manda la Constitución, que es velar por nuestra democracia.

La población indígena ha sido de las más excluidas desde el fin del conflicto armado en 1996. Los Acuerdos de Paz ni siquiera se han cumplido. ¿Qué esperan del nuevo Gobierno en este sentido?

Recordemos que para llegar a esta época democrática en Guatemala hubo un conflicto armado interno que duró 36 años, durante los cuales la población exigió democracia para poder elegir a sus gobernantes. Fueron 36 años de sufrimiento, muerte y derramamiento de sangre para que llegáramos a esta época, por lo que a día de hoy no estamos dispuestos a soltar la democracia por cuatro funcionarios del Ministerio Público orquestados por un grupo de diputados tiranos que están ambiciosos por el poder. Por esa razón, no serán cuatro fiscales los que van a determinar si hubo o no elecciones en Guatemala, sino que el pueblo ha elegido y ha ganado Arévalo.

La población indígena es una de las más afectadas por la desnutrición infantil. ¿Por qué en todos estos años de democracia en los que no se han solucionado problemas tan básicos como que los niños coman cada día?

El problema es que los políticos creen que los guatemaltecos no pueden trabajar y que toda la vida deben de ser mantenidos. Lo que necesitamos son políticas públicas que ataquen la estructura del problema en Guatemala y ayuden a que haya un desarrollo ecuánime. Por ejemplo, recién crearon un ministerio que solo ha servido para el clientelismo político, pero no ha venido a solucionar el problema de desnutrición en Guatemala. No digamos ya el problema de salud, que ha sido abandonado Gobierno tras Gobierno por la misma situación. Es fundamental que haya estabilidad política para las inversiones económicas, ya que, si no hay un Estado de derecho, ni una certeza jurídica, no habrá mayor inversión en el país.

¿Desde el fin del conflicto armado este futuro presidente es el que más esperanza ha dado a la población indígena para responder a sus demandas de inversión pública en sus comunidades?

Cada cuatro años, la población de Guatemala tiene la esperanza puesta en un nuevo presidente. El problema es cuando ya asumen el poder, empiezan a ejecutar el presupuesto y no lo cumplen. Entonces, la población está a la espera de que el presidente electo realmente pueda empezar a cumplir gran parte de lo que realmente necesita el país. No necesitamos políticas populistas ni generar clientelismo político.

¿La resistencia en defensa de la democracia ha unido a las diferentes poblaciones indígenas en torno a un objetivo común?

La unidad no dependió de ningún Gobierno extranjero y, mucho menos, de algún interés particular. La unidad de los pueblos indígenas se materializa por ver la injusticia que hay en Guatemala y cómo quieren arrebatar la democracia. Quienes sufrieron mucho en el conflicto armado interno fueron las poblaciones indígenas. Nosotros sabemos cuál fue el precio de la democracia y no necesitamos que un Gobierno externo nos venga a decir qué es lo que tenemos que hacer, por lo que no estamos para defender a un presidente, sino que estamos defendiendo lo que a nosotros nos ha costado 36 años de conflicto armado.

¿Cree que la población y el Gobierno se esperaban la resistencia frente a la Fiscalía?

Creo que no esperaban que la resistencia durara más de una semana. Ellos creían que nosotros no somos entendidos en temas de democracia. Como pueblo sabemos qué es democracia, porque nuestros padres han sabido gobernar grandes civilizaciones siglo tras siglo y nosotros somos herederos de la gobernanza de esa civilización, y sabemos qué es gobernar de manera ecuánime. Esto es lo que nos ha motivado a decir: ‘Señores, ustedes no saben qué es democracia y nosotros les vamos a enseñar’. Por eso, estamos exigiendo que se restablezca la democracia.

¿Cómo valora que la Fiscalía haya intentado desacreditar sus protestas asegurando que son financiadas desde el extranjero?

Son declaraciones espurias y falsas. Ellos no dicen que reciben órdenes de los diputados del Congreso y del mismo presidente de la República. Toda nuestra resistencia ha sido por colaboración de la población. Muchos no creen en nosotros y dicen que no tenemos trabajo que hacer, cuando nosotros estamos prestando un servicio a nuestra población. La fiscal general ya no tiene credibilidad. Por eso, urge que renuncie y asuma alguien más para que empiece a generar credibilidad en la población.

¿Esperan que Arévalo nombre en su Ejecutivo ministros indígenas para que respondan a los intereses olvidados de sus poblaciones?

El problema que yo veo es que muchos creen que tener un indígena en el Gobierno nos asegura la atención a los pueblos indígenas o creen que un presidente indígena también nos asegura mucho la inversión, y yo creo que no. Considero que todo presidente debe de tener muy en cuenta que está gobernando a guatemaltecos, porque, en realidad, es lo que somos. Es cierto que somos pueblos indígenas, pero también está la Constitución que establece que todos tenemos ese principio de igualdad independientemente del origen o el credo. Soy guatemalteco y, entonces, la inversión pública debe realizarla de manera ecuánime y equitativa cualquier dirigente independientemente de que sea indígena o no indígena.

¿Cómo califica al Gobierno de Alejandro Giammattei que está a punto de concluir?

Nefasto, debido a las condiciones de corrupción, impunidad y desvío de fondos en las que deja el país. Hay obras inconclusas y ha habido subordinación de poder en los diputados, por lo que hay muchas condiciones inestables. Ha sido el peor Gobierno en Guatemala y será recordado en su momento con ese término que él dijo. [En 2019, en un acto de campaña aseguró que no quería ser reconocido como «un hijo de puta más en la historia de este país»).

¿Cree que acabará en la cárcel en algún momento?

Creemos que la Justicia lo alcanzará tarde o temprano. Próximamente lo volveremos a ver en la cárcel. Ya ha estado una vez y volverá a estarlo.