Aritz ARRIETA OBESO
KOLABORAZIOA

Llamar a las cosas por su nombre

Llamar a las cosas por su nombre no es antisemitismo. Pero hay algunos que tienen miedo de que les acusen de antisemitismo por denunciar al Estado nazisionista de Israel y el Genocidio que está perpetrando, pero si no somos capaces de llamar a los problemas por su nombre será imposible encontrarles una solución y cualquier cosa que hagamos será tan inútil como hacer rogativas o tocar el tambor para que llueva.

Por la misma razón que en Francia o Alemania por llevar una bandera palestina te pueden acusar de «antisemita», aquí en Nafarroa lo pueden hacer por llamar nazi y genocida a los sionistas o dibujar una esvástica en su estrella. Esa estrella que lleva la bandera que plantan sobre la montaña de escombros y cadáveres. Lo cual es absurdo, y es o bien fruto de la ignorancia o bien fruto de la mala fe y las ganas de confundir a la gente y justificar cualquier atrocidad que cometa el Estado sionista de Israel.

Para empezar, los palestinos al igual que los judíos y otras etnias son todos de origen semita. Por lo que acusar a alguien que se solidariza con el pueblo palestino de antisemita no tiene ni pies ni cabeza.

Segundo: Denunciar que el sionismo es una ideología racista, fascista y teocrática no es una opinión. Está en sus postulados políticos: reclaman una tierra para ellos porque dicen que lo manda su dios y los palestinos que viven en ella desde hace miles de años deben desparecer, su única opción es el mar, el desierto o la tumba. Desde hace décadas están llevando a cabo una limpieza étnica. Los últimos meses ya el mundo asiste impasible a un Genocidio.

Los nazis quisieron hacer desaparecer al pueblo judío. Ahora los sionistas están exterminando al pueblo palestino, semita también. ¿Quién es el antisemita?

Tercero: No hay que confundir a todos los judíos con los sionistas. Hay muchos judíos críticos con el Estado de Israel y algunos colonos por los crímenes que están cometiendo.

Albert Einstein y otras personas de renombre, todas ellas judías como el propio Einstein, ya alertaron en una carta que publicaron en el New York Times en 1948 de que el sionismo era una ideología totalmente fascista y nazi, por su filosofía política y porque proclamaba hacer una limpieza étnica en Palestina. ¿Se debe tachar a Albert Einstein de antisemita por eso?

Lo explica muy bien un artículo de Jabiertxo Andiarena titulado “Del III Reich al Estado nazisionista de Israel” (https://shorturl.at/jltzF).

Como decía antes si no se identifica el problema y si no se plantea la causa no será posible encontrar una solución. Y el problema no es ni religioso ni étnico, el problema es que el Estado sionista de Israel quiere toda la tierra y el mar, con sus inmensas bolsas de gas, y le sobran los palestinos. Ese es el problema. Y la solución no es la de los dos Estados porque ese cuento ya nos lo contaron hace décadas y ya vemos en qué quedó: Apartheid, expropiaciones en masa de tierras y casas, torturas y humillaciones, Gueto de Gaza, estrangulamiento económico, limpieza étnica, y ahora un campo de exterminio. Como hicieron los nazis.