Iñaki IRIONDO
2011

Alto el fuego definitivo de ETA, preludio de la cita de Aiete

El comunicado de ETA que gara.net hizo público en tres idiomas el 10 de enero encontró también acomodo en las páginas del periódico del día siguiente.
El comunicado de ETA que gara.net hizo público en tres idiomas el 10 de enero encontró también acomodo en las páginas del periódico del día siguiente.

Alas 11.59 horas del 10 de enero de 2011 el 'refresco' de pantalla de gara.net lanzaba al mundo una noticia largamente esperada y sobre la que en los últimos días y semanas anteriores se había estado especulando con mayor o menor interés o intencionalidad de las noticias: «ETA decreta un alto el fuego permanente, general y verificable».

En la web de GARA se podía encontrar el comunicado en euskara, castellano e inglés (como en la página de la edición escrita que acompaña esta información), además del audio y el vídeo de la declaración de tres dirigentes de la organización.

Quien leyó la declaración en castellano fue David Pla, quien diez años después de aquellas fechas regresó de la mano NAIZ a Noruega, a dónde no había vuelto desde que tuvo que salir del país escandinavo. Lo hizo para grabar un documental en el que el entonces interlocutor de ETA nos cuenta cómo transcurrieron los días de la Conferencia de Aiete y la declaración de ETA del cese definitivo de su actividad armada, cómo vivieron los 16 meses que estuvieron albergados en Noruega y qué balance hace de estos diez años, entre otros aspectos.

GARA.NET SE CONVIRTIÓ EN ESE MOMENTO EN UN REFERENTE MUNDIAL

‘‘The Wall Street Journal’’, ‘‘The Guardian’’, la BBC, ‘‘El País’’, ‘‘Le Monde’’, ‘‘Libération’’, ‘‘Der Spiegel’’, Telesur y Al-Jazeera, entre otros medios de todo el mundo, se hicieron eco de la noticia, lo que da una idea de la importancia de la misma. Al mismo tiempo, miles de internautas trataban de acceder a la página web de este diario, lo que no siempre era posible porque el servidor estaba a tope.

Aquella publicación fue como dar una patada a un hormiguero. Miembros de los gobiernos de Madrid, Gasteiz e Iruñea, y líderes políticos comenzaron a correr de un lado para otro en busca de acomodo y de la posición más apropiada. José Luis Rodríguez Zapatero, que estaba en la reunión semanal de la Ejecutiva Federal del PSOE, salió hacia la Moncloa, y Rodolfo Ares, consejero de Interior en la CAV, volvió pitando a Gasteiz. Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente primero y ministro de Interior, se encontraba reunido con CCOO y UGT hablando de pensiones. Zapatero y Rubalcaba fueron los encargados de informar de la noticia a Juan Carlos de Borbón, entonces Rey de España (sin la coletilla de emérito). Le sonó el teléfono cuando estaba saludando al embajador de Colombia en una recepción a representantes de otros estados.

El comunicado de ETA, por cierto, pilló a contrapié a periódicos y dirigentes políticos que acababan de ofrecer titulares que en ese mismo momento tuvieron que tragarse. Sin embargo, el presidente del PP, Mariano Rajoy, parecía estar más informado y, según Europa Press, comenzó a las 11.30 una reunión de la dirección del PP anunciando a sus compañeros que a las 12.00 ETA iba a hacer público un comunicado.

TRES PALABRAS IMPORTANTES: «GENERAL», «PERMANENTE» Y «VERIFICABLE»

El comunicado de ETA anunciaba una declaración unilateral de un alto el fuego «de carácter general», «permanente» y «que puede ser verificado por la comunidad internacional». Y lo hacía como un «compromiso firme con un proceso de solución definitivo y con el final de la confrontación armada». Es decir, la organización vasca dio un paso más allá del anunciado el 5 de septiembre, cuando explicó que varios meses antes había tomado la decisión de «no llevar a cabo acciones armadas ofensivas».

El 29 de marzo de 2010, cuatro premios Nobel de la Paz y otras diecisiete personalidades referenciales en la resolución de conflictos en todo el mundo hicieron público un documento en el que daban la bienvenida a la resolución de la izquierda abertzale y hacían un llamamiento a ETA para que declarara «un alto el fuego permanente y completamente verificable».

Y el 25 de septiembre, una treintena de agentes políticos y sociales vascos suscribían solemnemente en Gernika el llamado «Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas» que, entre otras cosas, incluía la demanda de «la declaración de ETA de un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada».

REACCIONES DE LOS PARTIDOS EN EL MOMENTO

Los partidos y sindicatos de obediencia vasca recibieron el anuncio de forma positiva, aunque cabe destacar que el entonces presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, se centró en emplazar a ETA a que «no se pierda en el camino entre Bruselas y Gernika», mientras que no hizo ninguna petición al Gobierno español.

Este, entre tanto, respondió ateniéndose al guion más previsible. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que «solo esperamos la disolución de ETA y el Gobierno no va a bajar la guardia. El camino es muy largo». No fue larga la respuesta del vicepresidente y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que apenas duró cuatro minutos, cuyo eje central fue que el comunicado «no cambia nada». Añadió que «no es una mala noticia, pero no es la noticia».

Por contra, Jaime Mayor Oreja, desde el PP, aseguró que el anuncio de ETA «forma parte de un pacto entre la banda terrorista y el Gobierno» de Zapatero.

Este fue el último anuncio de un alto el fuego de ETA. Fruto de un trabajo interno intenso dentro de la izquierda abertzale que, además, tuvieron que pagar con la cárcel varios de sus principales dirigentes, en un proceso judicial considerado injusto por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos cuando las condenas de más de seis años de prisión se habían cumplido totalmente. Ese alto el fuego no se rompió como los anteriores. A los diez meses, el 20 de octubre, tras la Conferencia Internacional de Paz de Aiete, anunció el fin de su actividad armada y luego se desarmó y disolvió.



[2018] GARA entrevista en Waterloo a Puigdemont, elegido en 2016

En 2018, GARA tuvo la ocasión de entrevistar en Waterloo a Carles Puigdemont, quien fue elegido presidente el 10 de enero dos años antes con los 62 votos a favor de Junts pel Si (efímera coalición entre CDC, ERC y otros partidos menores) y 8 de los 10 de las CUP. «Carles, tienes la enorme responsabilidad de ser el president de la transición a la República, tienes el reto de abrir el proceso todavía más, de hacerlo más plural, más transversal», le dijo Anna Gabriel, como nos contó en su crónica Beñat Zaldua.

Luego ya se sabe: el heroico referéndum del 1 de octubre, las urnas, los golpes, la declaración de independencia, la marcha atrás, la represión, la escapada a Bélgica. Y ahora se sabe más, el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, la ley de amnistía, la mesa con verificadores internacionales, el acuerdo con el PNV para evitar excesos de izquierdismo del Gobierno…

En noviembre de 2018, Iñaki Soto y Beñat Zaldua lo entrevistaron en Waterloo para este diario. El titular que ofreció Carles Puigdemont fue «una posición conservadora no desincentivará a los represores».