La invasión silenciosa de las bolitas blancas en nuestras costas nos trae a la memoria el desastre generado por el Prestige, la catastrófica gestión llevada a cabo y sus no menos desastrosas consecuencias. Y es que ahora, como entonces, la primera reacción de los dirigentes del PP ha sido el tratar de engañar. Como al portero suplente de Feijóo, Alfonso Rueda, se le ocurrió adelantar las elecciones, la aparición de una nueva marea, en este caso blanca, suponía un contratiempo, por lo que la táctica adoptada, pese a conocer el vertido desde el 8 de diciembre, fue esconder el problema. Con la marea negra se llevaron el barco al fin del mundo para engañar al mar. Al estar tan lejos el vertido, creían que nunca les iba a llegar. El resultado, de todos conocido, es que el mar devolvió el regalo envenenado y toda la costa atlántica y cantábrica sufrió el desastre. El mar no es tonto, y tampoco la gente, según ha declarado el tal Rueda, al decir que al final la gente no es tonta, lo que, a sensu contrario, quiere decir que, para él, la gente es tonta al principio y a la mitad; al final no, porque es cuando le votan.

No es de extrañar que ante el nuevo vertido, esta vez en forma de navideñas bolitas blancas, su decisión fuera ocultar el problema, retrasando el inicio de las medidas para minimizarlo, con la patética imagen de voluntarios recogiendo el pélet con la pala y el cubo de la playa. Cuando la evidencia no le ha permitido seguir ocultando la situación, eleva el nivel de alerta para que intervenga el Gobierno central, y cuando le preguntan qué ayuda necesita, pide que le envíen la Armada Invencible. De vergüenza ajena.

Por aquí, Arantza Tapia actúa como cuando el vertedero de Zaldibar: que lo que ha llegado aquí puede ser o no ser del Tocano; que no se sabe si es tóxico; que el problema solo se produce si los peces y las aves se comen las bolitas y luego nos comemos los animales que las han ingerido... ¡Qué papelón! ¿Nos libraremos de su gestión con el recambio de piezas nuevas por viejas que dice el PNV que va a llevar a cabo?