Koldo LANDALUZE
DONOSTIA
CHICAS MALAS

Una nueva versión acorde a los tiempos actuales

La revisión de “Chicas malas” en su adaptación a la era de las redes sociales incluye un buen surtido de momentos divertidos, pero no logra escapar de la sombra de su predecesora del 2004. La película original destacaba por su ingenioso guion de Tina Fey, que satirizaba la obsesión juvenil por la popularidad y la frivolidad. Ahora, con la trama adaptada a los tiempos digitales, se centra en la crítica hacia la obsesión por las pantallas y la humillación pública a través de la viralización de imágenes.

Angourie Rice como Cady brilla en su papel protagonista, respaldada por un reparto solvente, y la participación de Tina Fey y Tim Meadows en roles secundarios añade un toque de nostalgia, al igual que el cameo de Lindsay Lohan como moderadora de un concurso de matemáticas.

Los números musicales, entrelazados con planos secuencia muy bien manipulados, y una banda sonora contagiosa, aportan dinamismo y profundidad a la trama. Este homenaje, afilado y renovado, destaca por su enfoque más inclusivo, adaptando elementos clave para reflejar la mentalidad actual. Además, sirve como escaparate para una nueva generación de actrices que, con su talento, podrían emular a las notables Rachel McAdams y Amanda Seyfried. La maestría de Tina Fey se hace evidente en cada fotograma, proporcionando una puesta al día afinada que agradará a los nostálgicos, mientras invita a una audiencia más joven a disfrutar de esta fiesta divertida y ácida. En un mundo donde todo se comparte en redes y la inmediatez desencadena dramas, “Chicas malas” logra preservar la esencia de la original, recordándonos que, aunque las herramientas hayan evolucionado, las dinámicas sociales siguen siendo tan intrigantes como siempre.