Entra en racha el Eibar, que volvió exultante de Huesca. Tiene motivos porque celebró su primera victoria a domicilio en tres meses que, unida la de la semana pasada ante el Racing, le impulsa a la zona noble de la clasificación, donde las posiciones se ganan a codazos, con más aspirantes que nunca. Pero también tiene motivos para la preocupación porque, una vez más, su potencial ofensivo, probablemente el mayor de la categoría, estuvo a punto de resultar insuficiente. Y eso que se enfrentó al equipo menos goleador de Segunda. Por fortuna, los aciertos superaron a los errores y el Eibar duerme a un punto del ascenso directo.

Saltaron los guipuzcoanos al césped con Konrad en la vacante de Bautista. Otro futbolista vertical para un equipo que se llevó un par de sustos en la primera parte pero que siempre se vio más cerca del gol que su rival. Con algunas jugadas para la videoteca, como la combinación entre Stoichkov y Soriano, que acabó con el tiro del madrileño a la escuadra y el vuelo de Álvaro Fernández para despejarlo.

El gol llegó a balón parado, al ganar Berrocal la partida a Blasco para cabecear un córner en el segundo palo. Cinco minutos después, la magia armera ampliaba distancias con una recuperación en el centro del campo y una jugada de tiralíneas entre Soriano y Ríos Reina, que el menudo centrocampista armero culminó con una volea imparable.

Pero de vestuarios regresó Mr. Hyde y al minuto de la reanudación se complicaba el partido con un clásico: balón largo a la banda para Joaquín, error de Arbilla, centro del oscese y remate de Hugo Vallejo en el área pequeña. Le entró la tontera al Eibar, capaz todavía de hacer daño -Álvaro Fernández salvó un remate de Matheus tras una bonita acción coral- pero incapaz de frenar a su rival. Se lució Luca ante Blasco y se jugó el físico ante Kento para evitar el gol, que acabó marcando el japonés con una volea imparable.

Estaba tocado el Eibar pero mantenía su capacidad ofensiva intacta y otra exhibición de verticalidad y calidad le permitió adelantarse de nuevo con una jugada culminada con un golazo de Stoichkov. Definitivo pese a que el Huesca se echó arriba para volver a encontrarse con un Luca que salvó el empate en la recta final con una doble intervención.