EDITORIALA

Nacer de nuevo, resistir, crecer y «respirar con el alma del país»

Hace hoy 25 años que nació GARA. Lo hizo como consecuencia de un trauma, un golpe fatal, que no natural. El juez Baltasar Garzón, con el impulso del ministro de Interior, Jaime Mayor Oreja, y del presidente español, José María Aznar, decidió el cierre ilegal de “Egin”. Pensaron que en este país no habría fuerza suficiente para crear otro medio. La sociedad vasca les demostró que, en eso también, estaban equivocados.

No se conformaron con el cierre ilegal de un medio e intentaron cerrar el nuevo por medio de la asfixia. De 25 años, 16 han sido en suspensión de pagos y bajo control judicial. Otros tres se han ido pagando el expolio de la deuda ilegítima de “Egin”. Un tercer nacimiento.

El país no sería el mismo si no hubiese habido una tradición periodística pensada para y desde Euskal Herria. Un periodismo que tiene como protagonistas a quienes hacen cosas en el país y que siempre tiene en mente a su ciudadanía.

La sociedad vasca ha dejado claro que valora la libertad de prensa y la pluralidad. Los y las profesionales que han participado de esta tradición en estas cinco décadas merecen un recuerdo y un agradecimiento. Guztioi, eskerrik asko!

La comunidad que fundó GARA y que lo ha sostenido en el tiempo ha demostrado que en Euskal Herria hay espacio y fuerza para medios independientes. Medios que tengan la capacidad para marcar la agenda, para no solo contar lo que pasó ayer, sino para proyectar lo que este país desea que pase mañana. Un periodismo profesional y político, que narre de viva voz sus ambiciones comunitarias, sus sueños colectivos, sus ansias populares. Como resumió entonces Mertxe Aizpurua, medios que respiren «con el alma de este país».