GARA
YAKARTA

Un yerno de Suharto y el hijo de Widodo, favoritos en Indonesia

El exgeneral Prabowo Subianto parte como favorito en las presidenciales en Indonesia, el país con más musulmanes del mundo. Tiene el apoyo del presidente, Joko Widodo, quien ha colocado a su hijo como vicepresidente en un intento de perpetuar su dinastía.

El exgeneral Prabowo Subianto, en un mitin.
El exgeneral Prabowo Subianto, en un mitin. (Yasuyoshi CHIBA | AFP)

El presidente indonesio, Joko Widodo, de origen humilde y que afirmó que no aspiraba a trasmitir el poder a sus hijos, promueve ahora su propia dinastía política a través de su hijo Gibran Rakabuming Raka, candidato a la Vicepresidencia en las elecciones de hoy como compañero de fórmula del exgeneral Prabowo Subianto, yerno del dictador Suharto.

Subianto fue responsable de la matanza de más de un millón de comunistas como jefe de las fuerzas especiales. Su carrera acabó con su expulsión del Ejército tras ser acusado de violaciones de derechos humanos. EEUU, que apadrinó, sobre todo al inicio, la purga anticomunista, le prohibió la entrada durante años.

Perdió los comicios frente a Widodo en 2014 y 2019, pero aventaja ampliamente a los otros aspirantes: el exgobernador de Yakarta Anies Baswedan y el exgobernador de Java Central Ganjar Pranowo.

Confía en obtener mayoría absoluta en primera vuelta. Y, para ello, ha tratado de rehabilitar su imagen con una campaña en redes. Pero su gran baza es su alianza con Gibran Rakabuming, de 36 años y alcalde de Surakarta. Pudo presentar su candidatura después de que el Constitucional bajara de 40 a 35 la edad mínima de los candidatos si tienen experiencia política, lo que se ha criticado como trato de favor.

«Que un vicepresidente tenga menos de 40 años, es normal en muchos países en Occidente. En Indonesia es polémico, no porque tiene menos de 40, sino por ser el hijo del presidente Widodo. Pero eso es política. No puedes contentar a todo el mundo todo el tiempo», justifica Prabowo, como es conocido.

Widodo no puede presentarse a la reelección, pero ha dado su apoyo tácito a Subianto y a su hijo, por lo que ha sido acusado de buscar crear una dinastía política pese a sus criticas pasadas sobre todo atisbo de nepotismo.

Las dinastías políticas son habituales en Indonesia, pero cuando Widodo llegó a presidente fue una excepción al no pertenecer a las élites. Lo hizo bajo el padrinazgo del PDI-P de Megawati Soekarnoprutri, expresidenta e hija del primer jefe de Estado, Sukarno. Pero pese a su ascensión meteórica, Widodo, de 62 años, escribió en sus memorias: «Convertirme en presidente no significa canalizar el poder a mis hijos».

Widodo ha dejado un legado positivo en su política internacional, sus inversiones en infraestructuras como el proyecto de nueva capital y planes económicos como el fomento de la industria del níquel, esencial para los vehículos eléctricos. Pero sus mandatos también han supuesto un retroceso en derechos humanos, incluidos los de la comunidad LGTBI, y un debilitamiento de agencias como la Comisión Anticorrupción.

Si la pareja favorita gana las elecciones, la familia de Widodo emulará a dinastías como los Hun en Camboya, los Shinawatra en Tailandia y los Marcos en Filipinas.