La última obra de la comprometida cineasta y guionista Kaouther Ben Hania presenta una complejidad narrativa que abarca desde el documental hasta la ficción, entrelazando a los protagonistas de la historia real con los actores que los interpretan en una película sobre sus vidas. En esta dolorosa travesía, seguimos la historia de una madre y sus cuatro hijas tunecinas, cuyas vidas se vieron profundamente afectadas por la irrupción de ISIS.

La película se asemeja a un vistazo detrás de cámaras del proceso de filmación, ya que gran parte de su metraje consiste en conversaciones entre las personas involucradas en la producción, donde las personas reales ofrecen retroalimentación a los actores sobre sus interpretaciones.

Olfa Hamrouni, la madre de las cuatro hijas, se nos revela como su protagonista principal, mientras que dos de sus hijas participan en la película, y las otras dos son interpretadas por actrices.

La ausencia de estas últimas, dos hermanas mayores, añade una capa de misterio y emotividad a la trama. La violencia de género -tema tratado con anterioridad por la directora- y los efectos del fundamentalismo religioso en la vida familiar son las cuestiones centrales que se exploran a lo largo de esta interesante propuesta, ambientada en una sociedad tunecina marcada por divisiones y conflictos generacionales y que incluso se permite algunos toques de comedia negra que tienen como objetivo reforzar el calado del mensaje.

La narrativa avanza de manera fluida e inteligente a través de la cronología de los eventos, utilizando de manera efectiva los ya mencionados recursos documentales y de ficción. Las escenas reconstruidas se entrelazan con eventos reales, lo que permite que el espectador reciba de manera directa una información más genuina.