Varias organizaciones campesinas de India celebraron ayer una protesta para expresar su duelo por la muerte el miércoles de un manifestante en choques con la Policía durante la masiva marcha de agricultores que presiona desde hace casi dos semanas al Gobierno por mejores precios en las cosechas. «Celebraremos un ‘Viernes Negro’ como condolencias por la muerte de un granjero en el cruce fronterizo de Khanauri» en el estado de Punjab, anunciaron.

Los campesinos denunciaron la responsabilidad de la Policía y pidieorn la renuncia del Ejecutivo del estado vecino de Haryana, cuyas fuerzas de seguridad controlaron las manifestación en la frontera de Khanauri, en la que murió un joven agricultor de 23 años.

El Gobierno de Punjab afirmó ayer que compensaría con unos 120.000 dólares a la familia de la víctima, una ayuda insuficiente, según los campesinos, que exigieron que el Estado presente cargos contra los responsables de su muerte.

Desde la semana pasada una masiva marcha intenta llegar a Nueva Delhi para exigir al Ejecutivo indio la implementación de una ley que garantice los precios mínimos de venta sobre la producción de ciertas cosechas y proteger así su valor ante la fluctuación del mercado.

Esta demanda fue una de las principales reivindicaciones de las protestas campesinas entre 2020 y 2021, cuando miles de agricultores acamparon durante casi 15 meses en los límites de la ciudad en respuesta a una reforma agraria promovida por el Ejecutivo. Pese a que el primer ministro, Narendra Modi, cedió a la presión y derogó la ley, los sindicatos consideran que el Gobierno no ha cumplido con todas sus exigencias.