El número de personas detenidas en 53 días en Ecuador, desde que el presidente, Daniel Noboa, declarara el «conflicto armado interno» contra el crimen organizado a comienzos de enero, alcanzó los 11.193, según el balance presentado ayer. Con aquella declaración pasó a considerar a las bandas, dedicadas principalmente al narcotráfico, como «grupos terroristas».

Así, del total de detenidos, 280 fueron acusados de «terrorismo» y, durante el estado de excepción, las fuerzas de seguridad han matado a doce personas a las que han identificado como «presuntos terroristas». También han fallecido tres miembros de la Policía.

Familiares de las víctimas han denunciado ejecuciones extrajudiciales y abusos desproporcionados por parte de las fuerzas de seguridad.

Hasta ahora han ejecutado 138.725 operaciones conjuntas (más de 2.600 cada día), 189 de ellas contra bandas denominadas ahora por las autoridades como «grupos terroristas».

Además, afirman haber decomisado más de 64 toneladas de drogas, 3.371 armas de fuego y más de 24.000 explosivos. También han decomisado 979 vehículos, 1.255 motocicletas y 28 embarcaciones.

34 de los detenidos son «reos recapturados» de los casi 90 que se fugaron de las cárceles donde, a comienzos de año, ocurrieron varios motines en los que los reclusos llegaron a tomar 200 rehenes entre guardias y policías.

Tras declarar el «conflicto armado interno», el Gobierno del presidente Daniel Noboa identificó a al menos 22 grupos como «organizaciones terroristas» y «actores no estatales beligerantes», abriendo así una puerta legal para que las Fuerzas Armadas junto con la Policía actúen con todos sus recursos en un régimen de excepción.

Trata de aplicar así el modelo del salvadoreño Nayib Buekele en Ecuador, convertido uno de los países más violentos, con 45 homicidios intencionales por cada 100.000 habitantes en 2023.