Pello GUERRA
IRUÑEA

El 8M exigirá en la calle que «basta de hacer negocios con nuestros cuerpos»

Bajo el lema “¡Basta de hacer negocios con nuestros cuerpos! ¡Haceos cargo ya!”, el Movimiento Feminista de Euskal Herria celebrará el próximo 8 de marzo «un día de lucha y denuncia» contra el sistema heteropatriarcal capitalista y las violencias de «diversa índole» que sufren las mujeres, al mismo tiempo que exigirá «justicia feminista ahora».

Presentación de los actos que se celebrarán el próximo 8M.
Presentación de los actos que se celebrarán el próximo 8M. (Iñigo URIZ | FOKU)

El próximo 8 de marzo, la lucha feminista volverá a copar las calles de Euskal Herria bajo el lema «¡Basta de hacer negocios con nuestros cuerpos! ¡Haceos cargo ya!», que condensa la reivindicación contra «un sistema heteropatriarcal capitalista» que se traduce en las violencias «de diversa índole que sufren las mujeres en el día a día».

Junto a las movilizaciones que se celebrarán en pueblos y barrios de Euskal Herria, en las capitales se han convocado diferentes manifestaciones. Así, la marcha de Baiona comenzará a las 18.00 horas desde la plaza de la Herriko Etxea, en Donostia a las 18.30 horas desde el túnel del Antiguo, en Bilbo arrancará a las 19.00 horas desde el Sagrado Corazón y a la misma hora se iniciará la que tendrá lugar en Iruñea desde Antoniutti.

Así lo anunciaron ayer en una comparecencia ante los medios las portavoces del Movimiento Feminista de Euskal Herria Maite Moure, Maite Irazabal y Elene Lopetegi, en castellano y euskara, quienes destacaron que el 8 de Marzo, «más que una celebración, es un día de lucha y de denuncia para nosotras».

Recordaron que las movilizaciones celebradas en esa misma fecha del año pasado y la jornada de huelga feminista general del 30 de noviembre ya pusieron el acento en «el derecho colectivo al cuidado y para exigir un sistema de cuidados público y comunitario, y seguimos por el mismo camino».

Añadieron que «nos enfrentamos a un sistema heteropatriarcal capitalista que explota nuestra fuerza de trabajo, tanto en el hogar como en el empleo, así como en todos los trabajos de cuidados que hacemos gratuitamente y sin reconocimiento alguno. Esto nos condena directamente a la precariedad y a vivir en un estado de opresión permanente». En este sentido, pusieron de relieve que en Euskal Herria, la brecha salarial supone que las mujeres cobran 7.000 euros menos que los hombres al año.

Volvieron a denunciar que el sistema de cuidados «no solo está totalmente privatizado, sino que es totalmente familiarista, es decir, cae en las familias y, por tanto, en las mujeres». En especial en las migrantes, que «viven una de las situaciones de explotación más dramáticas del siglo XXI».

PALABRAS QUE «NO SIRVEN»

En este terreno, mostraron su malestar con «las bonitas palabras que algunos nos venden» y que «no nos sirven de nada», como señalaron que ocurre con «el pacto de cuidados en la CAV», que consideraron que «de nada nos sirve, si no se habla de publificación, en contra de la privatización, de derogar la Ley de Extranjería y un largo etcétera». Una situación que hicieron extensiva a Nafarroa señalando que «no queremos un pacto sin presupuestos y sin planes concretos para cumplirlo».

Junto a estas cuestiones, este 8M también estará presente «el genocidio y la masacre que está sufriendo el pueblo palestino», ya que «sabemos que los cuerpos de las mujeres son los primeros territorios de conquista, así que desde Euskal Herria toda la solidaridad y el cariño al pueblo palestino, especialmente a las mujeres».

Además, se recordará a quienes sufren una Ley de Extranjería que les deja «en una situación de total vulnerabilidad ante las diferentes violencias en el mundo laboral, en lo que se refiere a la violencia machista y, cómo no, en lo que se refiere al racismo que viven».

Y no faltará el recuerdo de todas las mujeres que sufren la violencia machista y que se plasma además en una «violencia sistémica que perpetúa las desigualdades de género y de poder a través de las estructuras sociales, políticas y económicas». Para combatir esa violencia de «diversa índole: física, económica, simbólica, institucional..., necesitamos profundos cambios culturales e institucionales», por lo que se exigirá «justicia feminista ahora».